Delicado momento institucional y deportivo está viviendo la entidad de Liniers, que apostó por las inferiores y las cuestiones futbolísticas no están de la mejor manera. El equipo viene de tres derrotas de manera consecutiva y está hundido en el 23º lugar de la tabla, con 25 puntos en la misma cantidad de encuentros disputados. Si el certamen finalizara hoy, se quedaría afuera de la pre Sudamericana, objetivo de mínima para esta temporada.
En la jornada de ayer, un grupo de simpatizantes caracterizados tuvo una charla con el plantel y tanto Miguel Ángel Russo como Leandro Somoza fueron los que trataron de ponerle paños fríos al diálogo. En conferencia, el DT expresó: "No se desarrolló con normalidad, la situación no es común y menos en Vélez, donde nunca tuve inconvenientes de este tipo. Los más grandes tuvimos que sobrellevarlo con calma".
En conferencia de prensa, Russo reconoció la presencia de los barras en el vestuario y dio detalles sobre el hecho: "No recibimos agresiones ni nada por el estilo, pero tampoco fue pacífico. Algo nos superó y no hay que minimizarlo". Luego comentó que hubo un dirigente que vio el entrenamiento junto al prepotente grupo e insistió con su repudió.
Inmediatamente después, anticipó que en caso de que triunfen frente a Huracán (visitarán Parque Patricios el domingo desde las 16) será por otras cuestiones y no por esta visita: "Esto es ajeno, no le hace bien al fútbol. Ganar tendrá que ver con lo futbolístico, esto no existe".
Antes de finalizar, se mostró bastante ofuscado con las críticas basadas en los pobres números de este campeonato, amparándose en un proyecto a largo plazo con la idea de potenciar a los juveniles. "A cualquiera que le sacaran a Pellerano y Pavone a mitad de año, pegaba un portazo", sentenció.