A la espera del encuentro del miércoles frente a River por la quinta fecha de la fase de grupos de la Copa Libertadores, San Pablo se entrenó en el predio que tiene el Xeneize en la localidad de Ezeiza. Fue allí que el futbolista de 37 años recibió la visita de los miembros del Consejo de Fútbol del conjunto de la Ribera, quienes le regalaron dos camisetas: una titular y una alternativa, en homenaje a los 80 años de La Bombonera, ambas con el número 10 en la espalda y su nombre.
Esto no cayó nada bien en la Conmebol, que entiende que de esta manera se puso en riesgo la salud de los futbolistas del San Pablo ante un eventual caso positivo. La imagen del histórico lateral de la Selección de Brasil fue tendencia en las redes sociales y allí estalló el conflicto.
A pesar de que los representantes de Boca (jugadores, cuerpo técnico y dirigentes cercanos al plantel) se someten cotidianamente a los testeos de coronavirus, la Conmebol aclara que los equipos deben respetar el protocolo, donde se destaca el distanciamiento y el uso de barbijos. En unas de las fotos salen sin mascarilla, uno al lado del otro.