

REDACCIÓN ELONCE
La triatleta paranaense Yamila Alarcón se prepara para enfrentar uno de los retos más extremos de su carrera deportiva: una ultra maratón de 602 kilómetros que se desarrollará del 2 al 4 de mayo en Termas de Río Hondo. Esta competencia, que combina natación, ciclismo y pedestrismo durante tres días consecutivos, se presenta como una de las pruebas más exigentes del calendario deportivo internacional.
La planificación original, iniciada en diciembre, debió ser reajustada ante el contexto económico actual. “Lo que una planifica en diciembre por ahí se tuvo que ir modificando”, explicó. Esta semana es clave: la última de carga intensa antes de la etapa de descarga, previa al día de largada.
El origen de un sueño que parecía imposible
La decisión de participar en esta competencia surgió a partir del testimonio de un amigo y ex participante, Maxi Falcón. “Lo conozco a Maxi Falcón, que él lo hizo hace unos años atrás y me contó toda el tema de esta carrera y en su momento obviamente le dije que está loco lo que hizo”, recordó entre risas. Sin embargo, esas palabras resonaron fuerte: "Amiga vos lo tenés que hacer".
Yamila se lo tomó con cautela en aquel momento, pero el destino la empujó a tomar la decisión antes de lo previsto: “Sí le decía ‘S, más adelante, dentro de muchos años’ dije bueno la voy a hacer porque la verdad que es un desafío bastante grande y es la última edición así que se me adelantó el objetivo ya no me quedó otra y no me quería quedar con las ganas”.

Sobre por qué es la última edición, Yamila analizó: “Yo creo que es una prueba que no sé si mucha gente se anima a hacerla no es para cualquiera y supongo que la logística debe ser para ellos muy costosa”.
Entrenamiento extremo y desafíos personales
Desde noviembre, Yamila viene preparando su cuerpo y mente para afrontar los 602 kilómetros. Su objetivo es claro: “Cumplir con los tres días, llegar. Obvio que cada día igual tiene como un tiempo de corte, es decir, si vos no lo haces en 12 horas no largas al otro día”.
Para clasificar, tuvo que completar una distancia similar a un Iron Man, en solitario y bajo monitoreo remoto. “Me supervisaban a través de una aplicación que lo podían ver en vivo”, detalló.
Nutrición, logística y el apoyo familiar
Una parte esencial de la preparación fue ajustar la nutrición. “El papel de de la nutrición es fundamental. Al principio, no lo tomé tan importante y lo sentí un par de veces entrenando".

La competencia arranca el 2 de mayo y Yamila no estará sola: “Viajo con mi familia y unas amigas, pero eso es fundamental”. El componente emocional juega un rol determinante en este tipo de pruebas. “He visto videos y fundamentalmente cuando llegan y cumplen el primer, segundo día o el tercer día llegas y ves que está tu familia, tus amigas. Eso es clave porque trabaja mucho lo psicológico”.
Yamila destaca que el esfuerzo es compartido entre cuerpo y mente: “Es 50 y 50 es como que bueno obviamente que no podés ir sin entrenar pero la cabeza también se entrena muchísimo exactamente”.
Sin becas, pero con el corazón lleno
Como muchas y muchos deportistas amateurs de elite, Yamila se autofinancia para poder competir. “Saqué digamos de mi bolsillo, en parte, y otra parte he hecho rifas que bueno todo el ambiente siempre me ha re ayudado”.

Con un perfil activo en redes sociales, comparte su camino para motivar a otras personas: “Muestro el día a día de lo que voy entrenando también como para que la gente se informe o se motive”.
La paranaense ya ha representado a la ciudad a nivel provincial, nacional e internacional, y esta vez apunta a dejar nuevamente una huella. “Sé que voy a sufrir un montón, pero me preparé todo el verano. Van a ser tres días más de sufrimiento”.