En respuesta a la grave escasez de alimentos causada por la peor sequía en décadas en el sur de África, Zimbabue ha ordenado el sacrificio de 200 elefantes. La medida fue anunciada por la ministra de Medio Ambiente, Sithembiso Nyoni, quien afirmó que el país cuenta con “más elefantes de los que necesita” y que esta decisión sigue el ejemplo de Namibia, que adoptó medidas similares.
Los elefantes serán cazados en la reserva de Hwange, la mayor del país, según explicó Fulton Mangwanya, director general de la Autoridad de Parques y Vida Silvestre de Zimbabue (ZimParks). Se estima que solo en este parque viven unos 65.000 elefantes, una cifra cuatro veces superior a la capacidad del área.
La carne de los animales sacrificados será destinada a las comunidades locales, principalmente para combatir la inseguridad alimentaria, indicó la ministra Nyoni, quien destacó que el proceso será legal y beneficiará tanto a la población como a los ecosistemas, al aliviar la presión sobre los recursos naturales. Este es el segundo sacrificio masivo de elefantes que realiza Zimbabue desde su independencia, el primero ocurrió en 1988.
El sacrificio de estos paquidermos, que se suman a los 50.000 que ya han sido eliminados desde 1965, es parte de un esfuerzo por mitigar los efectos devastadores de la sequía, que ha afectado a más de 30 millones de personas en la región, de acuerdo con informes de las Naciones Unidas. El fenómeno climático de El Niño ha causado un déficit de precipitaciones, generando temperaturas cinco grados por encima de la media en África meridional.
El Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) advirtió que la población de elefantes en el continente ha caído drásticamente, quedando alrededor de 415.000, en comparación con los millones que habitaban África a principios del siglo XX. Si bien algunas poblaciones en países como Zimbabue y Botsuana son consideradas “vulnerables”, muchas otras están en peligro de extinción debido a la caza furtiva y la pérdida de hábitat.
La grave sequía ha llevado a varios países del sur de África, como Angola, Sudáfrica, Mozambique y Zimbabue, a declarar el estado de emergencia. Naciones Unidas y organizaciones internacionales han llamado a la acción para evitar que millones de personas sufran de inseguridad alimentaria en una región cada vez más afectada por el cambio climático. (Infobae)