En un marzo con temperaturas con récord de máximas prolongadas y sin precedentes en los últimos 60 años, varias escuelas y colegios tuvieron que improvisar medidas para paliar el calor con la infraestructura que cuentan, prevenir que sus alumnos no tengan una descompensación y a su vez garantizar la enseñanza en las aulas.
En el nivel primario del Complejo Educativo Francisco Gurruchaga se informó a los padres que sus hijos podrán asistir a clases en malla y con una toalla, para que en los recreos y a la sombra se los refresque con una manguera.
Para avalar el uso no obligatorio del uniforme, también se argumentó: “Entendemos que la escuela debe adaptarse al contexto priorizando el bienestar de nuestros estudiantes sin interrumpir el dictado de las clases; de esta forma podrán refrescarse y hacer la escuela más placentera”.
El equipo directivo se encargó en los últimos días de hacer llegar el mensaje a cada hogar. En una nota dirigida a las familias, las autoridades aclararon que “ante la imposibilidad de contar con el uso de aires acondicionados por un problema de baja tensión que excede a nuestra institución (se había realizado una fuerte inversión para garantizar aparatos en las aulas), y teniendo en cuenta la ola de calor y alerta amarilla que estamos atravesando, decidimos que los estudiantes de primero a séptimo que lo deseen, podrán asistir a clases con una malla, ojotas, toalla y una muda de ropa extra, ya que se realizarán los recreos en la plaza a la sombra y con una manguera”. La circular interna luego enfatiza que se hará un uso responsable del agua.
Así, los alumnos cuyos padres decidan que acudirán sin el uniforme y con ropa de pileta, serán divididos por grupos y recreos. Se piensa en mojarles la cabeza y refrescarlos ante la ola de calor y no llegar al extremo de una “pileteada”. Es más, se pide mandar todos los elementos con nombre y apellido.
Si bien el Ministerio de Educación resolvió la semana pasada suspender las actividades deportivas debido a las altas temperaturas, la idea de continuar el dictado de clase seguía en firme. Más aún, con la aceptación a la segunda oferta salarial que se hizo en paritarias. En 2023 ya se perdieron 4 días por el conflicto derivado de las negociaciones por el salario docente.
Para fundamentar la resolución, el mismo equipo directivo de la Gurruchaga subrayó: “Entendemos que la escuela debe adaptarse al contexto priorizando el bienestar de nuestros estudiantes sin interrumpir el dictado de las clases. De esta forma podrán refrescarse y hacer la escuela más placentera”.
Para que quede claro. También se informó que se suspende el uso de uniforme hasta el fin del alerta amarilla, algo que según los meteorólogos va a prolongarse hasta ingresado el otoño.
El titular de la Asociación del Magisterio de Santa Fe (Amsafé) Rosario, Juan Pablo Casiello, se refirió a la decisión escolar. “Es buena idea para las escuelas que tienen algunas condiciones básicas como la Gurru. Otras ni agua, ni mangueras, ni pibes con traje de baño. Se podría ampliar para las escuelas y comunidades con condiciones para garantizar eso”, razonó el gremialista.
Durante la semana pasada fueron varios los casos de alumnos descompuestos por el calor que motivaron el llamado de porteros y docentes a sus padres para que los vayan a retirar.
Este lunes, en la escuela República Argentina, de Riobamba entre Pedro Lino Funes y Teniente Agneta, el equipo de gestión informará a todos los docentes que debido a las altas temperaturas registradas, se decidió suspender las clases en ambos turnos. El edificio tiene un tinglado enorme que cubre gran parte de la estructura.
Amsafé pide suspender las clases
Amsafé Rosario pedirá nuevamente que debido a la ola de calor se suspendan las clases. “Encontramos una gran cantidad de edificios escolares que no están en condiciones de dictar clases. Algunos no cuentan con la provisión de agua en el conjunto de sus instalaciones. En algunos casos, por techos de chapa o aulas móviles se transforman en un verdadero horno desde la mitad de la mañana en adelante”, dijeron y remarcaron que no se hicieron las inversiones necesarias, por lo que solicitan la suspensión “total o parcial del dictado de clases en aquellas escuelas que no estén mínimamente preparadas para enfrentar la actual ola de calor”.
“Enoja mucho que los funcionarios de Educación desde la comodidad del despacho con aire acondicionado digan que se dé clase, aunque sea en los patios”, criticó Casiello.
Pero las inclemencias del tiempo también afectan a la educación privada. Sin ir más lejos, en el nivel primario del Colegio La Salle se resolvió que “mientras dure esta ola de calor, respecto de la obligatoriedad del uniforme, los niños podrán presentarse con ropa (short, musculosa) y calzado liviano, en lo posible tratando de respetar los colores. Desde la escuela se accionará puntualmente sobre la actividad física, los espacios y la hidratación”, se detalló.
Ayer, llegó la nota a los integrantes de la Escuela Sagrada Familia. En un primer momento se aduce que el calor agobiante y el impacto en el proceso de enseñanza derivó en una determinación marcando que se pone en un situación adversa el bienestar de niños y adolescentes. “Hemos resuelto que el lunes, las familias puedan decidir con libertad enviar o no a sus hijos a la escuela, sabiendo que no se computará inasistencia y se posibilitará material y actividades del día vía classroom o al regreso escolar. El colegio estará abierto y con sus docentes en las aulas. Estamos atentos a cualquier otra definición ministerial al respecto”, se informó.
También se sumó el Colegio San José. “Desde el lunes y hasta el viernes inclusive, los alumnos puedan venir con el uniforme si lo desean, o con la siguiente vestimenta: remera o camisa de algodón, color claro, mangas cortas. No musculosa. Bermudas de jean o similar”.
A prepararse para un lunes que también será agobiante
La comunicadora meteorológica Vanesa Balchunas advirtió que hoy se espera un “lunes agobiante” en una sexta ola de calor con máximas que superarán los 37 grados.
El centro del país presenta récords de máximas prolongadas sin precedentes en más de 60 años para esta época del año. La irrupción de viento norte junto a la persistencia de altas presiones siguen aportando aire cálido y húmedo esta semana. Tras un febrero histórico, habrá una décima ola de calor en el país y sexta en la región. “Desde el 28 de febrero, con una persistencia e intensidad nunca vista, seguimos en alerta provincial naranja y amarillo por altas temperaturas”, indicó Balchunas.
Las temperaturas con anomalías subieron tanto que hubo que agregarle colores de referencia al mapa, dado que nunca se habían visto tan destacadas de 8 a 10 grados como está sucediendo en toda la franja norte de la provincia de Buenos Aires y parte de Santa Fe, con 4 a 6 grados.
Con el correr de los días y el cielo cubierto de nubes se espera un alivio paulatino hacia el fin de semana. (La Capital)