La derrota golpeó fuerte en el mundo Boca. Después del tropezón en el superclásico, el equipo de Guillermo Barros Schelotto no se pudo recuperar por Copa Argentina y quedó eliminado en octavos de final, a manos de Gimnasia de La Plata. Terminado el partido, el técnico se retiró en silencio del Mario Alberto Kempes de Córdoba.
La miradas atónitas y los gestos de seriedad en sus rostros, luego del agónico gol del colombiano Jan Hurtado que terminó con las ilusiones xeneizes en el torneo regional, fueron un fiel reflejo de lo que pasaría después.
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Los mellizos fueron sorprendidos hablando a oscuras en el banco de suplentes.
Una vez dentro del vestuario, el cuerpo técnico se reencontró con el plantel: no hubo palabras y enfilaron hacia la puerta de salida.
Antes de subir al micro y emprender el regreso en avión a Buenos Aires, el Mellizo esquivó a la prensa y se retiró sin hablar.
Cerca de las 2.30 de este viernes, el equipo aterrizó en Aeroparque. Tanto jugadores como cuerpo técnico se sacaron fotos con algunos fanáticos que se acercaron al lugar, pero no emitieron declaraciones.
Guillermo intentará sacarse la espina el próximo jueves en Belo Horizonte, Brasil, donde su equipo enfrentará a Cruzeiro por la revancha de los cuartos de final de la Copa Argentina. El Xeneize deberá defender la ventaja de dos goles conseguida en la Bombonera.