

Este miércoles, la empresa Granja Tres Arroyos decidió paralizar la faena en su planta La China, ubicada en Concepción del Uruguay, "hasta nuevo aviso". Los trabajadores, ante esta medida, se presentan en los lugares de trabajo, pero solo para hacer "acto de presencia", sin tareas asignadas.
En medio de la creciente tensión, los trabajadores, acompañados de sus familias, realizarán este miércoles un corte en el acceso a la planta. Esta medida de protesta se debe a la falta de pago de la quincena y un porcentaje adeudado de los salarios. Además, persiste la amenaza de despidos que afecta a aproximadamente 400 empleados, lo que sigue generando preocupación y malestar en la comunidad laboral.
El conflicto laboral en la planta comenzó a gestarse en noviembre de 2024, cuando la empresa, perteneciente a la familia De Grazia, decidió eliminar un pago adicional que los trabajadores recibían desde hace casi 40 años, lo que representaba un 21% del sueldo final. Ante la negativa de los empleados, la empresa presionó para que aceptaran una reducción salarial, amenazando con despidos. La situación se agravó cuando la compañía pidió a los trabajadores que firmaran los "preventivos de crisis", lo que implicaba descuentos salariales y la renuncia a derechos adquiridos a lo largo de los años.
Ante el rechazo gremial a estas medidas, el directorio de Granja Tres Arroyos amenazó con despedir a 400 trabajadores. Al no llegar a un acuerdo, la empresa comenzó a cumplir parcialmente con sus amenazas, enviando 80 telegramas de despido. Como respuesta, el sindicato decretó un paro general en la planta el 27 de enero, lo que derivó en la intervención de la Secretaría de Trabajo, que dictó una conciliación obligatoria de 15 días, durante los cuales la empresa debía reincorporar a los despedidos y ponerse al día con los pagos salariales. (Fuente La Pirámide)

Este lunes 17 de febrero, tuvo lugar la tercera audiencia entre los directivos de Granja Tres Arroyos y la dirigencia del Sindicato de Trabajadores de la Industria de la Alimentación (STIA), en el marco de la conciliación. Sin embargo, no se lograron avances significativos, ya que la empresa mantuvo su postura de despedir a los operarios si no aceptaban la quita salarial. Debido a la falta de propuestas satisfactorias, se decidió pasar a un cuarto intermedio, con un nuevo encuentro pautado para dentro de cinco días.