Los jubilados griegos que no cuentan con tarjeta de crédito o débito son, quizás, los ciudadanos más afectados por el corralito que rige en ese país desde el lunes pasado y que restringe el retiro de dinero a sólo 60 euros al día, al menos hasta el próximo 7 de julio, mientras dure la restricción. Los pensionistas que únicamente cuenten con una libreta podrán retirar hasta 240 euros (268 dólares) en las sucursales bancarias que se abrirán especialmente para ellos en todo el país.
"No tengo dinero, sólo moneditas", aseguró ayer Nikos, un funcionario jubilado de 83 años, luego de volver por segunda vez en el día a la sede del Banco Nacional para reclamar el dinero de su pensión, donde se encontró con una nueva negativa.
Es que recién a partir de hoy y solamente hasta el viernes los jubilados helenos que no cuenten con tarjeta de crédito o débito y sólo tengan libreta podrán acceder a sus fondos en algunos de los bancos locales, luego de dos días de una prohibición total, debido a no contar con vías alternativas de financiamiento.
"Estábamos bien con el dracma (la moneda de curso legal en Grecia hasta la instauración del euro), pero los que tienen la culpa de esto no lo pagarán nunca", sentenció el retirado funcionario, antes de retornar a su casa sin obtener lo que buscaba.
Acompañado de su mujer, Nikos explicó que el lunes quisieron ir de compras con el objetivo de acopiar, una opción que escogieron muchos griegos desde este fin de semana, pero se encontró con góndolas vacías.
"¿Qué hacer con los alimentos? Si dentro de poco les habrán salido gusanos. Fui a buscar un poco de arroz y no había nada, se había vendido todo", concluyó el jubilado.
Previamente la prensa había informado que los bancos abrirían el jueves, pero el ministerio corrigió ese dato y explicó que la medida se adelantó a hoy y se aplicará durante tres días.
Al mismo tiempo, todos los bancos se comprometieron a emitir a los pensionistas tarjetas de débito o crédito para que puedan hacer retiros de dinero en los cajeros automáticos.
Los pagos nacionales con tarjeta y las transferencias electrónicas se mantienen ilimitados, no así en las transacciones al extranjero, sometidas a rigurosas restricciones.
Pese a los inconvenientes que suponen estas medidas para muchos jubilados, que son alrededor de 2,5 millones en Grecia, el primer ministro, Alexis Tsipras, aseguró ayer que "no deben inquietarse porque sus pensiones sólo serán duramente recortadas si damos marcha atrás", en clara alusión a la propuesta de las instituciones que aboga por el recorte de estas prestaciones.