Según el documento citado por "The Guardian", la deuda helena para 2030 se ubicaría en un 118% del PIB al aceptar las normas de los acreedoras, mientras que el Fondo Monetario Internacional (FMI) considera "sostenible" la de un 110%.
Incluso en el mejor de los casos, que supone el crecimiento de un 4% anual durante los próximos cinco años y unos 15 millones de euros de ganancias por privatizaciones, los niveles de la deuda se reducirían hasta un 124% del PIB para el año 2022 en comparación con el 175% que tiene Grecia ahora. De este modo, en ninguno de los escenarios Atenas tendría la posibilidad de cumplir con la meta establecida por el Eurogrupo en 2012: "una deuda muy por debajo de un 110% del PIB para el 2022".
"Está claro que las divergencias políticas e incertidumbres de los últimos meses han hecho imposible alcanzar la meta de 2012", afirma el informe, añadiendo que para mejorar las posibilidades de resolver el problema de la deuda griega son necesarias "significativas concesiones".