Paul McCartney desató la euforia de sus fanáticos al llegar a Argentina este miércoles, proveniente de Montevideo, Uruguay. El legendario beatle de 82 años está en el país para dar inicio a su esperada gira sudamericana "Got Back Tour". Las presentaciones se llevarán a cabo el 5 y 6 de octubre en el Estadio Monumental, y el 23 de octubre en el Estadio Mario Alberto Kempes en Córdoba.
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— elonce.com (@eloncecom) October 3, 2024
Un espectáculo inolvidable
McCartney comenzó su serie de shows con una mágica presentación de tres horas, donde interpretó un repertorio de 30 canciones que incluyó clásicos como "Let It Be", "Now And Then" y "Something", entre otros temas icónicos de su extensa carrera musical.
Excentricidades y preferencias alimenticias
Actualmente, el artista se encuentra alojado en el Hotel Four Seasons, donde sorprendió con una lista de pedidos especiales que reflejan su personalidad. Desde repollos específicos hasta su selectiva elección de bebidas, los requerimientos de McCartney son tan variados como su legado musical. Defensor del vegetarianismo, su lista de alimentos incluye variedades de frutas de estación, verduras orgánicas, 60 salchichas vegetarianas, hamburguesas veganas y 50 filetes de "pollo falso". Además, viaja con su chef personal para asegurar que los menús sean completamente vegetarianos.
En cuanto a las bebidas, McCartney solicitó una amplia gama, que abarca desde leches de vaca hasta opciones vegetales como soja y avena, así como una exótica variedad de agua mineral italiana, té japonés, licores y cervezas.
Conexión continua con la música
Un detalle notable en su lista de pedidos es la solicitud de un piano en su habitación de hotel, permitiéndole seguir conectado con la música en su tiempo libre. Se rumorea que, al igual que en su visita a Argentina en 2019, podría recorrer en bicicleta los barrios de Palermo y Costanera, reviviendo el espíritu de aquellos días.
Fanáticos a la espera
Mientras tanto, sus fanáticos se agolpan en la vereda del Four Seasons con la ilusión de ver pasar, o al menos asomarse, o aunque sea respirar casi el mismo aire que la leyenda británica, a quien a todavía no se vio en las calles de la ciudad.
Habrá que ver si en las próximas horas el autor de “Live and let die” se anima al circuito habitual del turismo porteño. (Ambito/Infobae)