Técnica, garra y sacrificio en el fondo. La solidez defensiva es uno de los fuertes de este Colón que ganó de punta a punta la Zona A y está a tres partidos de poder ganar la Copa de la Liga. El Sabalero es, junto a Independiente y Estudiantes, el equipo que menos goles (10) recibió y uno de los que más vallas invictas (en 8 de 13 partidos) logró en la Primera Fase de la Copa.
El primer responsable de esta seguridad es claramente Eduardo Domínguez. El entrenador tiene una larga trayectoria como defensor (jugo en Vélez, Olimpo, Racing, Independiente, Huracán, All Boys y Atlético Rafaela en el fútbol argentino) y por ende conoce bien las mañas del puesto y se las baja a sus discípulos. Su esquema es una línea de tres o de cinco defensores junto a los laterales, que cambió de nombres a lo largo de la Copa pero nunca dejó de ser difícil de penetrar.
Facundo Garcés, el entrerriano Paolo Goltz y Gonzalo Piovi la conformaron las primeras tres fechas (Central Córdoba, San Lorenzo y Banfield) sin recibir tantos. Ya en la cuarta (Aldosivi), entró Rafael Delgado por Garcés (expulsado ante el Taladro) y se quedó el lugar de Piovi.
Recién en la fecha 12 se volvió a cambiar. Bruno Bianchi ingresó por el hasenkampense Goltz, quien está desgarrado del recto femoral derecho. Todos los caudillos rindieron al igual que el arquero Leonardo Burián.
Este sábado, desde las 21.30, intentarán frustrar al Talleres de Alexander Medina para dar un pasito más en busca del título.