Gracias a la elección de la FIFA, que le permitirá dirigir la final del Mundial, el domingo a las 12, entre Francia y Croacia, Néstor Pitana se convertirá en el segundo árbitro argentino en ser la autoridad máximo del partido más importante del mundo.
El primer argentino en darse el gusto de ser el juez en una final mundialista fue Horacio Elizondo. En Alemania 2006, el ya retirado árbitro dirigió el match decisivo entre Italia y Francia, que finalizó con victoria en los penales para La Azzurra.
En aquel encuentro, Elizondo protagonizó un recordado episodio: el cabezazo de Zinedine Zidane a Marco Materazzi, que terminó con la expulsión del crack francés. "Cuando detengo el juego y voy hacia el lugar donde estaba el jugador italiano, ahí yo pregunto por los intercomunicadores a mis asistentes si habían visto algo, ¿por qué estaba ese jugador tirado en el piso? Ambos me dicen que no vieron absolutamente nada, que no saben porque estaba tirado en el piso. Ahí aparece Luis Medina Cantalejo, quien fue el cuarto árbitro ese partido, que me dice: "terrible cabezazo del 10 de los blancos al 10 de los azules". No recuerdo si Materazzi tenía justo ese numero", comenzó relatando el referí en una entrevista que le brindó a la FIFA.
Y continuó contando el curiosa montaje que tuvo que hacer después. "En ninugn momento dudé de lo que me dijo Medina Cantalejo, tenia plena confianza en él. En ese compendio de cuestiones digo: "si yo saco una roja acá, ¿como se va entender?". Entonces lo que hago rápidamente es montar un acting. En un momento me acerco a Darío García, que era el asistente uno, hago como que le pregunto que era lo que había pasado y cuando vuelvo al lugar de la acción muestro la tarjeta roja. Lo que todos entendieron es que cuando vos hacés ese procedimiento, cuando el asistente te informa algo, saben que algo te va a decir y alguna decisión vas a tomar. Opte por esa chance pero Darío García nunca me dijo lo que había pasado con Zidane, sino que yo ya lo sabia de antes por Medina Cantalejo", finalizó Elizondo.