En medio de los titulares que suelen destacar a los jugadores de perfil alto, Exequiel Palacios, el futbolista argentino que junto a Lautaro Martínez conquistó la Copa Mundial en Qatar, ha estado operando en las sombras, pero su impacto en el Leverkusen no puede pasarse por alto. Mientras el Bayern Múnich busca su duodécimo título consecutivo en la Bundesliga, el modesto Leverkusen lidera la tabla con una impresionante racha de 17 partidos imbatidos.
Palacios, nativo de Tucumán, ha optado por hablar con sus pies en lugar de con palabras. Su rendimiento en el campo lo ha convertido en una figura clave para el equipo que aspira a romper con la dominación del Bayern Múnich en la liga alemana. El Leverkusen, bajo la dirección del español Xabi Alonso, muestra una determinación inquebrantable y una mentalidad ganadora.
En la última jornada, Palacios demostró su valía al marcar el gol de la victoria en el último minuto contra Augsburgo, superando una defensa sólida con una jugada magistral. Sus estadísticas personales muestran cinco goles y dos asistencias, pero su influencia va más allá de los números.
Junto con Granit Xhaka, Alejandro Grimaldo y Jeremie Frimpong, Palacios se ha convertido en el motor organizativo del equipo. Su comprensión profunda con Xhaka y su evolución en el juego ofensivo han elevado su estatus en el Leverkusen. En un equipo lleno de estrellas como Lukas Hradecky, Piero Hincapié, y Florian Wirtz, Palacios destaca como un líder silencioso.
El tucumano emigró a Alemania a los 20 años, dejando atrás 87 partidos en la Primera de River Plate. Aunque era talentoso, pocos habrían predicho que en menos de cinco años se convertiría en una estrella de la Bundesliga. Palacios no solo ha cumplido las expectativas, sino que promete más éxitos en el futuro.
Mientras el Leverkusen desafía al Bayern Múnich, la atención finalmente se centra en Exequiel Palacios, el jugador argentino que, con su estilo discreto pero efectivo, está dejando su huella en la escena del fútbol alemán.