Este Boca está intratable e ilusiona a los hinchas con dar pelea en todos los frentes. Esta noche, venció 2 a 1 a Montevideo Wanderers por la segunda fecha de la zona de grupos de la Copa Libertadores.
El Xeneize comenzó dominando el encuentro desde la habilidad y la distribución de Nicolás Lodeiro, pero le faltó claridad e intensida en los metros finales para arrinconar a su rival, que se paraba ordenado en su campo y esperaba agazapado la posibilidad de salir rápido de contragolpe.
El local fue poco a poco acorralando a su rival y a los 32 minutos consiguió la apertura del marcador con un cabezazo de Komar, quien había ingresado por el lesionado Nicolás Burisso. Sin embargo, la alegría duró poco porque el conjunto uruguayo sacó rápido del medio y aprovechó una siesta de la defensa xeneiza para igualar rápidamente el marcador con una definición de Riolfo.
Boca reaccionó ante el cachetazo y siguió yendo al ataque hasta que llegó el tan ansiado gol por la hinchada. Tras un buen centro desde el sector izquierdo, Osvaldo definió con la testa para poner el 2-1 a los 44 del primer tiempo. El ex delantero del Inter había tenido buenas participaciones en ataque e incluso había intentado convertir con una tijera que contuvo bien el arquero Leonardo Burián.
El complemento careció de acciones y emociones. El equipo de Rodolfo Arruabarrena se conformó con la mínima diferencia, mientras que el conjunto oriental mantuvo su postura defensiva consciente de las diferencias futbolísticos, pero siempre a la espera de la salia rápida. Por esa vía pudo sorprender a los 40 minutos, pero Agustión Orión se quedó con un mano a mano que pudo significar el empate.
De este modo, Boca consiguió su cuarto triunfo consecutivo y afianzó su buen andar en las dos competencias. La única preocupación para el Vasco debe ser la falta de contundencia de su dirigios que no pudieron sacar mayor diferencia y las desatenciones defensivas que generaron algunos sustos en el arco local.