Desregulación del transporte. "Esto significa el fin del servicio público de larga distancia tal como lo conocíamos", advirtieron empresarios del transporte de pasajeros este lunes ante la determinación del gobierno nacional de desregular el sector.
Desde una de las principales cámaras que agrupan a las empresas del sector, se señaló que "cualquier apertura en el mercado debe ser gradual para evitar saturaciones que podrían poner en riesgo la viabilidad de los transportistas actuales".
El nuevo régimen de transporte automotor de pasajeros de mediana y larga distancia contempla la creación de un Registro Nacional del Transporte de pasajeros, además de permitir el libre establecimiento de recorridos, horarios, precios y duración de los servicios por parte de los prestadores.
Uno de los temores más destacados por las empresas es que, "al no ser un servicio esencial, es probable que todas las compañías quieran adherir a las rutas y horarios más rentables", descuidando así destinos menos turísticos.
A pesar de esta problemática, el comunicado de la Secretaría de Transporte no hizo mención a las posibles consecuencias de esta desregulación.
Nuevas oportunidades y riesgos en el mercado
Las modificaciones permiten la entrada de nuevas empresas al sector, facilitando el ingreso de combis en lugar de micros y habilitando el acceso a aeropuertos para recoger pasajeros.
Desde Casa Rosada, se argumentó que "un cambio de esta naturaleza debería redundar en una mayor oferta y competencia de precios".
Sin embargo, la Asociación Argentina de Empresas de Transporte de Pasajeros (Aaeta) expresó su preocupación por la implementación de estas medidas, afirmando que “la normativa busca aumentar la flexibilidad en el acceso al mercado para los operadores y en la capacidad de ajustar la oferta de servicios”.
Gustavo Gaona, vocero de la Cámara Empresaria de Larga Distancia (CELADI), subrayó que el decreto de desregulación “en la práctica significa un cambio radical en la forma en que el transporte de larga distancia funcionaba en la Argentina".
En una entrevista concedida a una emisora de Córdoba, Gaona explicó que "primero, significa el fin del servicio tal como lo conocíamos. Recordemos que los ómnibus de larga distancia, sobre todo de carácter nacional que vinculan todo el país, por lo menos hasta el día de ayer llegaban a más de 1.600 destinos”.
Detalló que “esto funcionaba con un sistema muy similar a lo que ocurre con el transporte público de los colectivos en las ciudades”. Según su análisis, el Estado había otorgado a numerosas empresas a nivel nacional recorridos específicos que garantizaban la conectividad entre diversos puntos del país. “¿Todos podían ir a todos lados? No. El Estado determinaba una cantidad de empresas por corredores y demás para mantener vinculado todo el país”, agregó.
Requisitos para nuevas empresas y el futuro del transporte
La Secretaría de Transporte de la Nación, liderada por Franco Mogetta, informó que las empresas que deseen incorporarse a la actividad "tendrán que informar la capacidad de transporte, detallando cantidad y tipo de vehículo, cantidad de asientos, seguros contratados, la nómina de conductores a asignar y la información relativa a las licencias de conducir de los mismos, la periodicidad de los servicios declarados, el origen, las paradas intermedias y el destino del viaje".
Con la entrada en vigencia inmediata del Registro Nacional del Transporte de pasajeros, se busca garantizar que se ofrezcan al público los servicios disponibles de manera transparente.
Desde la Secretaría de Transporte aclararon que "las empresas y transportistas que ya estaban registradas no tendrán que hacerlo nuevamente". Sin embargo, las nuevas empresas deberán registrarse, y una vez completada esta inscripción, obtendrán automáticamente la habilitación para operar tras un período de cinco días. (Con información de Página 12)
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