El Círculo Católico Obrero conmemora su 129º aniversario con una serie de actividades culturales, sociales y religiosas, reafirmando su compromiso con la comunidad. La institución, fundada por el padre Federico Grote, continúa su misión de apoyo a los trabajadores y el desarrollo social.
Raúl Vergara, presidente de la institución, destacó la trascendencia de esta fecha y el legado histórico que ha forjado el Círculo Católico Obrero en la sociedad. “Estamos celebrando un nuevo aniversario de esta querida institución, que tiene toda una historia. El padre Federico Grote, su fundador, fue visionario al crear una organización que contiene al obrero, tanto en lo social como en lo cultural", explicó.
En el marco de los festejos, se llevaron a cabo varias actividades. “Comenzamos el sábado pasado con una fiesta religiosa, hoy tenemos una exhibición de la academia de karate a cargo del profesor Hugo Pérez, y además un socio colabora con sus conocimientos en panificación para la comunidad", detalló. Estos eventos buscan integrar a los socios y a la comunidad en general, reforzando los lazos de cooperación y servicio.
Las celebraciones culminarán el 18 de octubre con una peña folclórica, en lo que promete ser una noche de gran relevancia cultural. "Será un gran cierre para conmemorar nuestro aniversario", añadió Vergara, quien también destacó la importancia de honrar a todas aquellas personas que, a lo largo de los años, han contribuido a la formación y consolidación de la institución. “Este es nuestro reconocimiento a quienes han dejado su tiempo y prestigio en este espacio, formando una impronta que queremos continuar”.
Uno de los aspectos que diferencia al Círculo Católico Obrero es su enfoque en el apoyo social, más allá de cualquier fin económico. "Esta institución no tiene fines de lucro, su propósito es netamente social. Colaboramos en diversas actividades de caridad y ahora estamos en proceso de lanzar un centro de formación laboral", detalló el presidente.
Vergara también hizo hincapié en la importancia de que los jóvenes aprendan oficios para garantizar su libertad a través del trabajo. “El trabajo es la única libertad que tiene una persona. Quien no tiene trabajo está prisionero de su propio destino y, lamentablemente, queda supeditado a depender de otros. Por eso, la verdadera libertad está en el trabajo", reflexionó.
Finalmente, subrayó la apertura constante del Círculo a la comunidad. “El Círculo Católico Obrero está siempre abierto para recibir a todos. Invitamos a la comunidad a sumarse a nuestras actividades y proyectos”, concluyó. Elonce.