El pasado sábado, una mujer de 51 años, identificada como María Molares, fue hallada sin vida en su domicilio de la localidad de Moreno, en la provincia de Buenos Aires.
El cuerpo de Molares fue descubierto por su hija, quien preocupada por la falta de respuesta a sus llamados, decidió visitarla en su casa.
Al llegar, encontró a su madre en una escena aterradora: el cuerpo estaba al costado de la cama, con signos de abuso sexual, golpes y estrangulación.
El descubrimiento del cuerpo y la investigación inicial
La casa donde ocurrió el crimen se encuentra en la calle Newton al 3300, en Moreno. Según las primeras versiones, la escena del crimen mostraba un desorden significativo, con objetos personales de la víctima, como su teléfono celular, desaparecidos.
La autopsia realizada confirmó que Molares murió a causa de asfixia mecánica, producida por estrangulación manual y a lazo. Los peritos también detectaron múltiples golpes en su cuerpo, lo que sugiere un ataque extremadamente violento.
El inicio de la investigación reveló que no había señales de forzamiento en la puerta, lo que indica que Molares conocía a su agresor y lo dejó entrar voluntariamente.
La detención del principal sospechoso
En el transcurso de la investigación, la fiscal Luisa Pontecorvo, titular de la Fiscalía Nº 3 del Departamento Judicial Moreno-General Rodríguez, tomó las riendas del caso. La revisión de cámaras de seguridad cercanas jugó un papel crucial en el avance del caso.
Imágenes mostraron a Molares caminando junto a Pablo Ezequiel Abraham Da Silva, un hombre de 27 años con quien había contactado a través de una aplicación de citas.
Cámaras captaron a ambos dirigiéndose hacia la casa de la víctima, proporcionando una evidencia clave para los investigadores.
El arresto y los cargos contra Da Silva
Da Silva fue finalmente detenido el sábado en José C. Paz, donde se había refugiado en la casa de un amigo. Al momento de su arresto, presentaba rasguños en el cuello y el rostro, lo que indica que la víctima intentó defenderse durante el ataque.
La identificación del sospechoso fue corroborada mediante el análisis de las cámaras de seguridad y sus perfiles en redes sociales.
Además, la Fiscalía solicitó a la Dirección de Asistencia Judicial en Delitos Complejos y Crimen Organizado (DAJUDECO) que rastreara los movimientos del teléfono celular de Molares, sus comunicaciones y geolocalización, para obtener más información sobre los momentos previos al asesinato.