El día de descanso le sirvió a la Selección Nacional U18 masculina para asimilar lo sucedido en el debut del Sudamericano U18, ajustar tuercas y salir decidido a comerse la cancha en la segunda presentación. Luego de un comienzo parejo, Argentina hizo pagar la enorme diferencia física y derrotó con autoridad a Chile por 95-38 detrás de un notable esfuerzo colectivo. Un plantel alto, que jugó con intensidad y determinación y que además, estuvo efectivo desde la larga distancia. Los chicos ganaron su segundo partido y ahora deberán esperar. Una victoria de Venezuela hoy mismo o una victoria ante el local este jueves, los mete en semis.
El arranque de Argentina fue inmejorable, sobre todo en el costado ofensivo. Los tiros de tres puntos entraron desde temprano, lo que obligó a la defensa chilena a extenderse. Si bien en los primeros minutos, Chile llegó al gol con facilidad hasta ponerse a uno (11-10), los chicos mejoraron su concentración y su disciplina, secando a su rival con un parcial de 13-0 en los últimos seis minutos hasta cerrar el primer parcial 24-10 arriba. Argentina bajó un cambio en cuanto al ritmo del debut, no presionó todo el campo ni pudo correr, pero la claridad en la ejecución en ambos costados mejoró marcadamente.
En el segundo cuarto, la defensa fue el estandarte e hizo la diferencia. Chile estuvo cinco minutos sin anotar, extendiendo a once su sequía que arrastraba del primer cuarto. Aprovechando su tamaño, agilidad y largo de brazos, Argentina propuso una defensa agresiva del pick and roll que achicó espacios, forzó pérdidas y aturdió a su rival. Del otro lado, le costó un poco más. Un buen ingreso de Respaud aportó triples y frescura, más lo que podía sumar de contragolpe tras los recuperos. En ofensiva estacionada, el ataque estuvo más trabado. Fue parcial de 14-5 en el segundo y ventaja de 38-15 al entretiempo. La diferencia de efectividad era notable. Argentina lanzó un 46% de campo con 4/8 en triples, mientras que Chile tiró para un 21%, con 3/13 en triples y apenas tres dobles anotados.
Argentina rompió el partido a la vuelta de los vestuarios. Metió un parcial de 34-10 en el tercer cuarto combinando lo mejor del primer parcial: el ritmo ofensivo del cuarto inicial, con la intensidad defensiva del segundo. El despliegue no mermó, Chile evidenció el obvio cansancio de tener que batallar contra cuerpos más altos y más ágiles, y Argentina se aprovechó. Las tapas, los robos en primera línea y los goles en contragolpe fueron la tónica del período, evidenciando la principal fortaleza del equipo: su tamaño y versatilidad. Para colmo, la efectividad de tres puntos, tan esquiva en el debut ante Ecuador, esta vez acompañó y terminó de quebrar al rival.
El último cuarto sirvió para darle acción a los más chicos y para rotar el equipo. Todos los jugadores tuvieron más de 10 minutos en cancha. Los doce anotaron, siete de ellos por encima de los ocho puntos. Dylan Bordón lideró la ofensiva con 13 puntos, escoltado por los 11 de Moussa y los 10 más 8 rebotes de Aaliya. Los chicos dieron un importante paso de cara a la clasificación a semifinales, una victoria de Venezuela esta misma tarde les asegura un lugar. Este jueves, Argentina cerrará la fase de grupo ante el local desde las 20hs, en busca de asegurarse el primer lugar del grupo.
<i>CABB
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