La decisión de la Conmebol cayó pesada en Boca. Ni bien ni mal. Densa. Que se haya confirmado que la Libertadores comienza el 15/9 fue un golpe, no de nocaut, pero sí un cachetazo que no esperaban ahora más allá de que en algún momento iba a pasar.
En el club se movió el avispero y se empezaron a despertar algunas células que estaban en reposo: internamente se puso sobre la mesa la idea de pedir la postergación de los partidos de Copa que el equipo de Miguel Angel Russo tiene ante Libertad (16/9), Independiente Medellín (23/9), otra vez los paraguayos (30/9) y Caracas ?(21/10); y esto, si bien todavía no es oficial, sí podría serlo en las próximas horas.
Sin embargo, desde el Gobierno todavía se muestran reticentes al reinicio de la actividad, que solo se daría cuando estén dadas las condiciones en el AMBA. "Y claramente no lo están", según Matías Lammens, ministro de Turismo y Deporte de la Nación.
Otro funcionario que se manifestó al respecto fue Ginés González García, ministro de Salud, quien consideró la fecha de Conmebol como "un poco arbitraria" aunque abrió la puerta al diálogo para después del 17 de julio, que es el día en que finalizaría la Fase 1 del aislamiento en el Área Metropolitana de Buenos Aires.