El yin y el yang son dos conceptos del taoísmo -tradición filosófica y religiosa de origen chino-, que son usados para representar a la dualidad que esta filosofía atribuye a la vida de cada uno. Esta creencia establece que toda luz tiene su misma porción de oscuridad, lo que genera equilibrio entre las partes. Quizá algo de esto es lo que ocurre con la vida de Diego Armando Maradona, toda esa luminosidad que desplegó adentro de un campo de juego tenga su contraparte proporcional fuera de ella. Esas tinieblas con las que viene luchando prácticamente desde que nació en la zona más pobre de Villa Fiorito.
Uno de los grandes problemas a los que el Diez se viene enfrentando hace tiempo, más aún desde aquel 4 de enero del 2000 cuando estuvo al borde de la muerte por una sobredosis de cocaína en Uruguay, es su salud. Fue así que, lejos de la pelota y de hablar sobre su actualidad como DT de Gimnasia y Esgrima La Plata, su médico de cabecera brindó detalles acerca del diagnóstico actual -y una recopilación de los últimos años- del campeón del mundo de 1986.
"Diego está bien. Obviamente, esta cuarentena es muy difícil para todas las personas que se encuentran aisladas realmente, como él, lo sienten y mucho. Esto trae trastornos de ánimo. Es una realidad que no solo afecta a Maradona", respondió, casi de manera inmediata, el neurocirujano Leopoldo Luque, al ser consultado sobre cómo se encuentra el ex jugador de 59 años, en diálogo con el programa Intrusos (América TV).
Sin embargo, con el correr de la entrevista, el trabajador de la salud fue ahondando en el presente del entrenador del Lobo, el cual reconoce que no es una persona fácil de atender. "Cuando escucho que dicen que Diego está empastillado no lo puedo creer. Maradona es un paciente difícil, particular y todo el mundo lo sabe. El esfuerzo que hacemos con todo el equipo es terrible para lograr lo mejor que se pueda con él. Mi prioridad es Diego y su salud. Lo hemos llevado varias veces a la Clínica Olivos, le hemos hecho estudios y es una persona que varía su estado de ánimo y sus hábitos, que a veces son diferentes y tienen un resultado negativo en su salud. La verdad es que le estamos encima y a veces el resultado no es el esperado, pero eso de las pastillas es una barbaridad", explicó. Y recalcó: "No es lo mismo tratar a un paciente común que a Maradona".
Luque hizo hincapié en el estado de ánimo de Pelusa, que muchas veces se ve afectado por las disputas familiares y la pantalla constante que se le da en los medios a estos temas. "Si uno está mal de ánimo repercute en lo que uno come, en lo que uno toma. Cuando lo veo, trato de hablarle de cualquier cosa menos de estos líos. Yo no tomo partido por los problemas familiares. De lo que doy fe es que cuando escucha esto le hace mal. Me dijo que desearía tener a todos sus hijos juntos. Habla sobre esto y se quiebra, me dice que sufre mucho", confesó.
"Este último fin de semana fue el Diego Maradona de La noche del Diez, su programa. Pero este martes cambió, ya no estaba bien. Lo llamé por teléfono y no quería hablar. Sin dudas que los temas familiares siempre son negativos para él, porque cualquier persona con los antecedentes de él, esa personalidad adictiva que el demostró con la cocaína, necesita de un entorno familiar. Si pasa lo contrario, es dramático porque el paciente empieza a querer salir de la realidad y una persona con los antecedentes de él nunca está curada. Está tratada. Las recaídas son parte de cualquier tratamiento", añadió.
Al ser consultado por dichas recaídas y el tratamiento que lleva a cabo Diego, el neurocirujano decidió aclarar bien lo que ocurre con la salud de su paciente: "Él tiene algunos ansiolíticos recetados desde hace bastante tiempo. Son tratamientos que nosotros continuamos porque algunos medicamentos no se pueden sacar así nomas. El cuerpo desarrolla tolerancia y retirarlos de forma drástica puede ocasionar problemas. Y el alcohol... Él toma, pero lo estamos trabajando. Quizá hoy, así por teléfono, no es el mejor modo de tratarlo. Es un paciente absolutamente complejo y este tratamiento se adapta al paciente y se necesita de la voluntad de él para el éxito".
Más allá de reconocer su problema con la bebida, Luque dejó en manifiesto que no es fácil sobrellevar todos los problemas que afectan a Maradona. "Él, por momentos, tiene excesos con el alcohol y por momentos no. Este parate, esta cuarentena, estos problemas familiares son terribles para él. Entonces cuando escucho que es un tema de pastillas... No, eso es simplificar un problema que tiene un sistema de comprensión más alto, que tiene que ver con la contención familiar. Esto es atípico, esta cuarentena", subrayó.
En cuanto al consumo de drogas, Luque fue categórico: "Diego está limpió de cocaína, completamente. Acá la idea no es venir a cubrir ni defender a nadie, sino encontrar claridad en cosas que escucho".