No pudo ser. Lo buscó por todos los medios, intentó vulnerar a un conjunto que hizo del orden y la eficacia su principal cualidad, pero se fue con la frente en alto luego de haber dejado hasta la última gota de sudor en el campo de juego.
Así terminó la aventura del equipo de José Pellicena en este Mundial Juvenil que lo tuvo como gran protagonista y dejando claro que, la cantera que asoma de cara al futuro, es sumamente promisoria.
Desde el inicio, los sudafricanos marcaron condiciones, prevalecieron en la lucha cuerpo a cuerpo y quebraron a través del elusivo Sanele Nohamba para tomar las primeras diferencias. Un penal de De La Vega acercó distancias, pero la falta de pericia en los últimos metros, fue el principal problema de los argentinos que dejaron pasar sus chances para sumar.
La visita fue la contracara, ya que Thaakir Abrahams se filtró entre la defensa albiceleste y amplió la brecha que luego el propio medio scrum se encargó de estirar para sellar el 17-3 parcial al cabo de la etapa inicial.
Otra fue la historia en el complemento, ya que los cambios que llegaron desde el banco tonificaron a los argentinos y provocaron los tries de De La Vega y Carreras para quedar a tiro. La mala noticia en ese tramo, fue la baja efectividad del pateador de Hindú que marró las dos conversiones y un par de penales.
Nicolás Roger sumó un penal, pero luego falló otro factible ante un adversario quirúrgico que no dilapidó las pocas que tuvo y facturó a través de Thaakir Abrahams, Hendrikse y Pretorius más un drop de David Coetzer que dejó la historia 41-16.