El sacerdote Justo José Ilarraz fue condenado a la pena de 25 años de prisión tras ser encontrado culpable por promoción a la corrupción de menores y abuso deshonesto, ambos delitos agravados por ser encargado de la educación cuando se desempeñaba como prefecto en el Seminario Arquidiocesano Nuestra Señora del Cenáculo entre los años 1985 y 1993.
El cura llegó a juicio tras la denuncia de siete víctimas, pero durante el proceso judicial, más precisamente tras la declaración del sacerdote Leandro Bonnin, el 23 de abril, fue que surgió el nombre de la octava víctima de los abusos por los que hoy se condenó a Ilarraz.
Los fiscales Juan Francisco Ramírez Montrull y Álvaro Piérola le confirmaron a <i>Elonce TV</i> que la declaración de la octava víctima dará inicio a un eventual proceso judicial, a una nueva investigación.
"En este juicio quedó claro que hay personas que se saben víctimas y que no quisieron dar la identidad, como en el caso de una psicóloga que atendió a otra víctima que no concurrió a los Tribunales a hacer la denuncia", confirmó a <i>Elonce TV</i>, el fiscal Juan Francisco Ramírez Montrull.
"Las víctimas no dimensionan lo que les afecta el abuso, siguen con sus vidas, como si nada hubiese pasado, hasta que pueden hablar y es ahí donde destapan una olla", comparó.
De hecho, el fiscal ratificó que "en los alegatos se mencionó cómo en el transcurso de los años de hicieron omisiones en cuanto a poner en conocimiento a la Justicia de determinadas circunstancias, y cómo se hizo un sumario diocesano que no le dio ninguna respuesta a las víctimas, sino que la resolución les fue dada a conocer muchos años después ante la insistencia de una de ellas".
El fiscal Álvaro Piérola, por su parte, se mostró "conforme" porque hubo una coincidencia por parte del Tribunal en relación a las pretensiones de la Fiscalía. "Primero, en relación a la existencia de los hechos, es decir, que acá nadie mintió, y en segundo lugar, por la situación que rodeó a los hechos porque había un montón de circunstancias que agravaban la pena para Ilarraz".
Piérola destacó la actitud de los magistrados por "pensar en las victimas que tenían 12 y 13 años cuando pasó todo esto, porque cuando lo quisieron decir, las autoridades responsables no los escucharon y nadie se hizo cargo, por diversas razones e intereses".
Y en ese marco, apuntó que "la defensa para Ilarraz siempre fue `el tiempo pasó´, no `yo no fui´".
En tanto, el querellante Rodríguez Allende, aseguró a <i>Elonce TV</i> que "no fue ninguna sorpresa" la condena al cura, y se mostró "satisfecho" por los 25 años que recibió y porque se le revocó la libertad ambulatoria.
"La única instancia que le queda es apelar a la Cámara de Casación, pero si se ratifica lo que este Tribunal resolvió, pierde la libertad ambulatoria y va directo a la Unidad Penal", anticipó el abogado.
Respecto del proceso judicial que enfrentaría Ilarraz por la declaración de la octava víctima, estimó que en los considerandos de la sentencia cuya lectura íntegra fue pautada para el 1º de junio, se prevé que se trate el tema de testigos que declararon que habían sido abusados.
"Vamos a empezar una nueva investigación para un segundo juicio por los abusos a otros jóvenes, y por el encubrimiento por parte de la Iglesia", adelantó Rodríguez Allende. <i>Elonce.com</i>