Luego del último fin de semana, con varios arbitrajes de nivel muy bajo, se decidió designar a los jueces a dedo y hubo tres que fueron parados por flojo desempeño.
Jorge Baliño, quien tuvo un pésimo arbitraje en el duelo que protagonizaron River y Godoy Cruz, donde no sancionó un penal a Lucas Pratto, convalidó un gol en offside del Tomba y cobró indirecto por un inexistente pase atrás de Maidana a Armani.
Por su parte, Germán Delfino obvió un clarísimo penal de Donatti al Laucha Acosta, en el encuentro entre Racing y Lanús, cuando el juego estaba empatado.
En tanto, Ramiro López estuvo en La Paternal y obvió dos claros penales a favor de Argentinos Juniors en el empate con Atlético de Tucumán.