River llegó a la Final de la Copa Libertadores por mérito propio, pero también por la gran mano que le dio Tigres en la fase de grupos. Ahora, el destino quiso que se vuelvan a cruzar, y Nahuel Guzmán fue muy claro a la hora de explicar el sentimiento que tiene su equipo sobre esta definición.
"En Argentina, que es lo que más conozco, la Libertadores es una obsesión. Acá, no es habitual. Eso nos quita la obligación, pero no las ganas de ganarla. No nos da lo mismo ganarla que perderla, es evidente; pero hay más presiones en River. Nosotros tenemos el reconocimiento ganado, pero sería buenísimo ser el primer mexicano en ganarlo. Hay buenos jugadores, hay ilusión. Queremos ser el villano de la Copa, de River, luego de todo lo que se habló de darle vida", esbozó, sin rodeos, el arquero del cuadro "felino" y de la Selección.
La igualdad en la ida dejó satisfecho al Millonario, pero el Patón valoró demasiado lo realizado y destacó: "Sostengo que hicimos un buen partido. Durante los minutos que duró el segundo tiempo, no llegaron al arco. Uno va escuchando comentarios y analisis y me queda la sensación que se minimizó nuestro trabajo y lo que es el rival. Ellos vienen de salir campeón, de ganar una Sudamericana. Que no nos hayan creado peligro, casi ni pateado al arco, más allá de lo que generamos nosotros, es positivo. Creo que se trata de minimizar". Y agregó: "En cancha de River, con más espacios, arriesgando un poco más, nos quedarán algunos mano a mano. En este partido de ida no los tuvimos. Ellos se agruparon bien y supieron hacer su trabajo".
Ahora, todo se definirá el próximo miércoles, en Núñez. El portero se mostró lejos de afirmar que ésto sea una desventaja: "Ya jugamos, ya pasamos ese rato de la pasión o engancharse con el entorno. Por suerte, ya tenemos un partido ahí y sabemos de qué se trata. No nos jugará en contra el ambiente del Monumental".
Más allá de esto, Guzmán aprovechó la oportunidad para disparar contra la Conmebol, ente que lo hizo invertir la localía en la Final y prohibirle la posibilidad de disputar el Mundial de Clubes: "Sabemos que somos invitados, el propio torneo te lo hace saber, definiendo en otro lado. Sabíamos que estas cosas pasaban. El campeonato te hace sentir visitante. Quizá por eso se dice que no le dan 'bola' los mexicanos al torneo".
"Gignac sabía del rose, lo alertamos. Por eso en el primer tiempo lo buscamos. Nos favorece que se banque a los dos centrales, porque genera espacios. Vi la foto de su pie, está un poco hinchado el dedo. Es un golpe bastante fuerte, pero quiere estar", concluyó el argentino sobre el estado de salud de francés, quien fue fuertemente hostigado por la defensa de River.