Fue 0 a 0 en el Libertadores de América mucho más por Argentinos Juniors que por Independiente. Porque los de La Paternal fueron tan responsables en defender con uñas y dientes el marcador cerrado en su arco, como de no intentar lastimar a los de enfrente. El "Rojo", lejos del nivel futbolístico que venía demostrando, intentó llevarse por delante a un rival que con inteligencia logró llevarse un empate que le sentó muy cómodo.
En el primer tiempo, la inteligencia y funcionalidad de Argentinos Juniors pudo más que la intensión y habilidad de Independiente. El "Bicho" fue práctico: se cerró cuando el Rojo dominó; agilizó, cuando su rival se lo permitió. Así casi que no sufrió en el arco de Luis Ojeda y tuvo la más clara en los pies de Andrés Franzoia, luego de una mala tarea defensiva del local.
Los primeros minutos de partido fueron íntegramente de la visita, que ganó las batallas personales por las bandas y anuló de la mano de Gaspar Iñíguez a Federico Mancuello. Si bien le faltó más profundidad en los metros finales, logró que el partido se juegue bien lejos de su área. Promediando el cotejo, los de Almirón le encontraron un poco más la vuelta a su contrincante y comenzaron a acercarse lentamente. Las gambetas de Matías Pisano fueron fundamentales para conseguir romper las estrictas líneas del Bicho y Lucas Albertengo casi logra quebrantar el cero del resultado.
A los pocos minutos del complemento, Patricio Matricardi vio la segunda amarilla y dejó a su equipo con uno menos, por lo que debió recluirse bien cerca de Ojeda y tratar de soportar los embates de los de Avellaneda. Precisamente eso fueron: embates. Los de Almirón jamás buscaron con sabiduría alcanzar al gol y se intentaron meter en los tres palos de prepo.
Soñando más con un penal a favor (hubo dos jugadas muy dudosas que Pablo Lunati omitió) o con una iluminación de su capitán, se diluyeron en los paredones defensivos de La Paternal y en la buena actuación del arquero Ojeda, fundamental en los minutos finales para que el triunfo del local no se concrete.
Con cuatro partidos en fila sin triunfos y con apenas 14 puntos en 10 fechas, el margen de Jorge Almirón comienza a ser cada vez menos fino.
