Cuando faltaban cinco minutos para el final del partido, Neymar se desplomó sobre el campo de juego de Fortaleza. Parecía un golpe más que padecía uno de las grandes estrellas de esta Copa del Mundo. Sin embargo, nunca más se levantó y con elocuentes gestos de dolor, debió ser retirado en camilla por los médicos que ingresaron a asistirlo.
O Globo, uno de los portales más importantes de Brasil, puso como título principal la preocupación que se generó alrededor de una imagen desoladora, el crack, el principal argumento brasileño para soñar con el título, retirado en camilla, llorando desconsolado. "Neymar deja el campo de juego llorando y va a ser examinado en el hospital".
Brasil enfrentará el próximo 8 de julio a Alemania, por las semifinales del Mundial. Para Scolari, sus compañeros y todo un pueblo, contar con el jugador del Barcelona es fundamental para ilusionarse con alzar la Copa del Mundo y ahuyentar para siempre los fantasmas del Maracanazo.