La expectativa por el Gran Premio de San Pablo desató un auténtico fenómeno entre los aficionados argentinos de la Fórmula 1. A medida que se acerca el evento, miles de hinchas cruzan la frontera hacia Brasil, impulsados por la llegada del joven piloto Franco Colapinto a la grilla de la F1. Desde el jueves, una considerable cantidad de argentinos comenzó a plantar bandera en las inmediaciones del autódromo de Interlagos, con la esperanza de obtener un autógrafo, una foto o, al menos, un saludo de sus ídolos.
En un ambiente festivo, cerca de 120 fanáticos se concentraron en el distrito de Cidade Dutra, en el sur de San Pablo, algunos de ellos esperaron desde las 8 de la mañana bajo un sol agobiante. A pesar de la crisis económica que afecta a Argentina, se estima que alrededor de 10,000 compatriotas se darán cita este fin de semana en el circuito.
Aeropuertos como Ezeiza y Aeroparque reflejan este aumento en la demanda, con vuelos a Guarulhos cada 20 o 30 minutos. Muchos de los aficionados optaron por llegar en auto, micro e incluso en moto, recorriendo miles de kilómetros para alentar a su compatriota.
Conversando con Olé, se pudo conocer la historia de varios aficionados, como Federico y Nadia, quienes viajaron desde Córdoba, o Esteban y su amigo motero que decidieron recorrer más de 15 días desde Bahía Blanca. La pasión por la Fórmula 1 motivó a fans de todas partes del país, incluyendo La Pampa, Neuquén, y hasta Formosa, a unirse en una celebración que ya es viral en redes.
Un aspecto interesante de este fenómeno es la creación de un grupo de WhatsApp que ha acumulado casi 1,000 participantes. En este espacio, los aficionados comparten información clave sobre su estadía en San Pablo, desde dónde cambiar divisas hasta cómo moverse dentro del autódromo. Esta organización llamó la atención incluso de la manager de Colapinto, quien envió un mensaje de agradecimiento al grupo, reconociendo el apoyo que están brindando al piloto.
La emoción en el aire es palpable, y los fanáticos esperan ansiosos la oportunidad de ver a Colapinto en acción. La pasión por el automovilismo y la unión entre los argentinos se manifiestan en cada rincón del autódromo, donde los cánticos y banderas argentinas prometen hacer eco durante todo el fin de semana.
Mientras tanto, la pregunta que más resuena entre los hinchas es: “¿Dónde está parando Franco?”. Muchos esperan su llegada al hotel Palacio Tangará, deseando entregarle algún obsequio y demostrarle que, a más de 300 kilómetros por hora en la pista, siempre habrá un compatriota alentándolo desde la tribuna.