En la guardia del Hospital Municipal Ciudad de Boulogne, en Buenos Aires, y mientras tres personas aguardaban para ser atendidas en los bancos de la sala de espera, un hombre irrumpió con su camioneta en el interior del lugar, ya que se demoraban en atenderlo. Tiró abajo las puertas de vidrio y quienes estaban sentados se salvaron de milagro.
El hombre había llegado al lugar, con un cuadro derivado del consumo de drogas, y exigía ser atendido con urgencia. Ante la demora, se fue y volvió enfurecido a bordo de su camioneta y llevándose todo por delante.
El violento hecho ocurrió exactamente a las 6.16 en el nosocomio ubicado en la avenida Avelino Rolón al 1200 de la mencionada localidad del partido de San Isidro. Tras la colisión, Rubén Darío Mangoni, de 39 años, bajó del vehículo con una botella de agua en sus manos que se negaba a soltar. Al revisar sus antecedentes, los investigadores descubrieron que se trata de un barrabrava de Boca Juniors sobre quien ya pesaron fallos condenatorios por robo agravado por arma de fuego, estafas y robos.
En las imágenes captadas por una cámara de seguridad del hospital, se observa el exacto momento en que los tres pacientes que aguardaban su turno giran sus cabezas, alertados por el sonido de la aceleración de la camioneta. Inmediatamente, el vehículo se estrella contra la entrada de la guardia y tan solo por un milagro no atropella a nadie.
Apenas concretada la locura, se ve a Mangoni bajando de la Volkswagen Amarok con una botella en sus manos, pero enseguida aparecen dos policías para controlar la situación.
Antes de su decisión de destruir el hospital a bordo de su camioneta, el alterado hombre había ingresado pidiendo atención a los gritos. Tras su arranque de furia, la recibió: presentaba un cuadro de excitación psicomotriz.
Detención y licencia suspendida
Horas más tarde, la fiscal María Paula Hertrig, de la Fiscalía Descentralizada de Boulogne, solicitó la detención de Mangoni y se lo imputó por daño agravado por ser ejecutado en bienes de uso público.
Además, la Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANSV) solicitó al Gobierno porteño la suspensión de su licencia de conducir y una reevaluación psicofísica para determinar su aptitud al volante. De esta manera, el conductor quedará inhabilitado transitoriamente para conducir.
Esta medida “busca sancionar y concientizar a quienes con sus acciones ponen en peligro la integridad de las demás personas en la vía pública”, indicaron desde el organismo nacional.