Tras algunos casos registrados en Paraná por los inconvenientes ocurridos con algunos servicios para fiestas de egresados, ahora, se registró una situación similar en la ciudad de Gualeguaychú que desató la furia de los familiares y la desilusión de los chicos por el resultado de su celebración.
Según se dio a conocer, en las últimas horas, se multiplicaron las críticas por la fiesta de egresados de la Escuela Normal de Gualeguaychú, que se realizó en el salón de eventos de “Fest Room”, actualmente, concesionado a una empresa privada, donde la tarjeta tenía un costo de 39 mil pesos y asistieron unas 700 personas.
Juliana Bellagamba, madre de un egresado, relató en Radio Máxima, lo ocurrido durante la fiesta. Al respecto, denunció que “fue todo improvisación, desorganización. No tenían el listado de personas, había una cola impresionante, logré entrar a las 11 de la noche, pero a las 12, seguía entrando gente y seguían armando mesas con tablones”, contó.
“Bebidas había, pero no para comer. Fue una desilusión, había gente mayor y niños, que se acercaban a la cocina para pedir algo de comida. Salieron a comprar comida a un carrito. Otros padres se pusieron a cocinar a la una de la mañana y luego repartían. Desastroso. Pedíamos que la organizadora diera la cara, los mozos no tenían nada que ver. Nunca nos imaginamos una situación así”, resaltó la madre de un egresado.
"Ver llorar a nuestros hijos"
“Los chicos dejaron todo por esa fiesta, inclusive, sacrificaron dos millones para pagar el impuesto de la música, que tenían previsto para una despedida. Avisó dos días antes. Ver llorar a nuestros hijos por la fiesta fue muy feo. Al valor de la tarjeta debemos sumar los gastos de ropa y demás”, reflexionó la mujer sobre los gastos de la familia para la fiesta de egresados.
“Yo comí recalentada con pan duro, logramos rescatar algo porque mi hermana lo buscó. Logré picotear algo, hay gente que no comió nada. Se veían las hamburguesas negras. Lo poco que había estaba en pésimas condiciones”, dijo a Radio Máxima y agregó: “me dijeron que fue más gente de la que correspondía. No entiendo eso”.
“El salón es hermoso, una belleza, la música excelente. Pero el servicio de catering lamentable. No se respetó el horario de ingreso, ni de las comidas”, dijo Juliana y afirmó que “eran muy pocos mozos, no sé si llegaban a 10. Había poca gente para barra, poca para cocina y poca gente para mozos. Ellos daban la cara, cosa que la responsable no hizo, y ella estaba ahí”, sostuvo.
“Los padres nos vamos a juntar, queremos prevenir a la gente que estaban a un paso de firmar contrato con la misma persona. Y gente que ya firmó está con una incógnita”, concluyó la damnificada.