A las 14 de este miércoles, los colectivos urbanos dejaron de circular y, otra vez, los usuarios del servicio de Paraná, San Benito, Colonia Avellaneda y Oro Verde quedaron sin transporte de pasajeros.
Desde una de las paradas ubicada sobre calle 25 de Mayo, Elonce registró con testimonios e imágenes las largas filas de pasajeros que esperaban por las últimas unidades que iban a cumplir con el recorrido para poder regresar a casa tras la jornada laboral.
“Si esto sigue así, nos van a cortar hasta la fuente laboral”, alertó una mujer que había solicitado salir unos minutos antes de su trabajo para poder abordar el colectivo de regreso a casa.
La reducción horaria fue implementada por Buses Paraná tras la decisión del gobierno nacional de recortar subsidios al transporte en todo el país.
“Tenemos que salir corriendo o perdemos el último cole que pasa por la parada”, comentó una mujer que pretendía llegar a su casa ubicada en Villa 351. “Hay quienes tenemos que tomar hasta dos o tres colectivos", contó.
“Nos comentaron que la línea 22 cortaba antes de las 14 y si es así debería juntarme con otras personas para pagar un taxi o un remis para volver a Colonia Avellaneda”, lamentó otra vecina. Y la otra opción era caminar hasta la Terminal de ómnibus para abordar un colectivo de línea interurbana que pase por esa localidad del área metropolitana; el servicio ferroviario ya no era una alternativa porque el último tren salió a las 13.30.
“A los responsables que por favor solucionen este problema cuanto antes porque así no se puede seguir”, reclamó una trabajadora.
La reducción horaria también afecta al sector comercial que ve mermada la cantidad de clientes ante la imposibilidad que tienen para trasladarse hasta el microcentro paranaense.
“Con el mayor de los respetos, le solicitó a la intendenta que se dé una vuelta en alguna de las líneas de colectivo para que sepa qué es ser pasajero porque es una odisea. Hay muchos que perdemos horas de trabajo por esperar el colectivo y es dinero perdido también”, evidenció una mujer.
“El servicio no es bueno porque los colectivos son viejos y demoran hasta media hora en pasar, entonces, llego tarde a mi trabajo”, lamentó otro joven que esperaba por la línea 22.
La otra cara de la misma moneda, es la fuente laboral de los empleados de ERSA Fluviales y Transporte Mariano Moreno. “Nos informaron que la situación es crítica, tanto para los choferes como para los pasajeros”, alertó un colectivero quien confirmó que, hasta el momento, “no hubo reducción de personal” por parte de los empresarios del transporte. “Algunos de los empleados hacen tareas pasivas porque, al quitar unidades, sobran choferes y cumplen horarios en los galpones, donde lavan los choches y ayudan en las tareas de mantenimiento”, explicó.
“Hay más pasajeros y si bien es más trabajo es un problema que nos afecta a todos y es angustiante”, comentó un remisero. (Elonce)