Agustina Brunetto, de 31 años, y Valeria Tavecchio, de 42, viven en la ciudad de Santa Elena y son pareja desde hace cuatro años. En busca de formar una familia, consiguieron un donante de esperma y realizaron una inseminación casera que derivó en el embarazo de Brunetto. Hace 20 días, en el hospital San Roque en Paraná, nació Ciro. Las mujeres pugnan por inscribirlo como hijo de ambas, pero desde el Registro Civil se advirtió que es imposible porque no encuadra en las leyes vigentes.
"Tendrían que haber estado casadas previamente o haber recurrido a un centro médico para que la inseminación se realizara dentro de determinados protocolos", explicó Vanesa Visconti, directora del organismo. "La opción que nos proponen es realizar una adopción, pero eso no refleja la identidad de nuestro hijo", explicó una de las mujeres.
<b>El caso</b>
Brunetto es oriunda de Santa Elena y su compañera, Tavecchio, es de Buenos Aires. Viven juntas en la localidad del departamento La Paz desde hace cuatro años. Meses atrás <b>decidieron formar una familia. Un amigo de ambas ofició de donante y realizaron una inseminación casera que funcionó al primer intento</b>: Brunetto quedó embarazada y dio a luz el mes pasado a un nene al que llamaron Ciro.
Las mujeres tenían previsto casarse antes del nacimiento, pero complicaciones familiares y de vivienda postergaron esa posibilidad. "Además, <b>consultamos en el Registro Civil de Santa Elena y nos dijeron que no era necesario. Que con el acta de nacimiento y nuestros DNI era suficiente para anotar al bebé como hijo de las dos</b>", comentó a este medio Valeria Tavecchio.
Cerca de la fecha de parto, no había servicio de maternidad en ningún efector de Santa Elena, lo que las obligó a consultar en La Paz. La falta de disponibilidad de un médico anestesista en esa localidad ocasionó la derivación al hospital materno infantil San Roque, de Paraná, donde se produjo el parto de Ciro, por cesárea, el 27 de junio.
Cuando se trata de mamás de otros puntos de la provincia, es condición anotar a los bebés recién nacidos en la oficina de Registro Civil que funciona en el nosocomio para poder dejar la institución una vez recibida el alta médica. Allí acudieron Brunetto y Tavecchio y se encontraron con que no podían anotar a Ciro como hijo de ambas.
"<b>Nos pidieron libreta de matrimonio o una nota del donante renunciando a su paternidad y no teníamos ninguna de las dos cosas</b>, ya que en el registro de Santa Elena nos habían dicho que era suficiente con el acta de nacimiento y nuestros DNI. Nos daban solamente la opción de anotar a Ciro como hijo de madre soltera de Agustina. Consultamos con una abogada que nos aconsejó tomar momentáneamente ese camino para poder volver a casa, pero estamos muy angustiadas porque sentimos que se está pasando por alto la verdadera identidad de nuestro hijo", expuso Tavecchio.
"Hicimos varias consultas en Tribunales y en organismos de Derechos Humanos y una opción que nos dan es hacer algo parecido a lo que hizo Ricardo Fort con su pareja, que es tramitar mi designación como tutora ante escribano, casarnos y que después yo pida la adopción, pero esto no se corresponde con la realidad porque yo me agregaría mucho más adelante a la familia y no se tendría en cuenta que tener al bebé fue algo planificado y deseado por las dos", agregó.
Las mujeres se están asesorando con organizaciones de defensa de los derechos LBGT de Buenos Aires y, por consejo del espacio de Abogados por los Derechos Sexuales (Abosex), buscarán cumplir con su cometido por la vía administrativa. "Si no funciona, analizaremos los pasos legales a seguir", anticipó Tavecchio.
Mientras, están reuniendo testimonios, fotos, resúmenes de tarjetas de crédito, pasajes, contratos del alquiler y todo lo que les sirva para acreditar el vínculo y corroborar que se trató de un embarazo deseado, planificado y concebido de manera conjunta. A ese material lo van a presentar junto a una nota a la Dirección de Registro Civil y, además, este jueves tienen turno para contraer matrimonio.
Vanesa Visconti, directora del Registro Civil, explicó a <i>Análisis Digital</i> que <b>lo que la pareja pretende "no está regulado"</b>.
Señaló la funcionaria que <b>el Código Civil y Comercial</b> que rige desde el 1 de agosto de 2015 <b>"fija reglas para la filiación</b> en casos de reproducción humana asistida y privilegia el interés superior que marca el derecho a la identidad".
"No pudimos autorizar la inscripción del bebé de la forma en que ellas quieren porque <b>hay un interés superlativo de la identidad que no podemos violar y porque tenemos que atenernos a lo que fija la ley vigente</b>", añadió Visconti, al tiempo que explicó que, al someterse a una técnica de reproducción asistida en un centro médico, <b>rige un protocolo y hay un consentimiento previo informado y libre por parte del donante que está protocolizado por escribano público o autoridad sanitaria</b>.
"Al no estar casadas, si no cuentan con este documento, <b>es imposible la inscripción del bebé como hijo de ambas porque no encuadra en la ley</b>. Si hubieran estado casadas, aunque sabemos que una criatura no puede nacer en forma natural de dos mamás, haríamos una interpretación amplia de las formas de filiación que contempla el código y lo hubiésemos inscripto", explicó Visconti.
"Esta todo regulado en el Código Civil a partir del artículo 560. Quizás puede darse una situación de discriminación, pero no en nuestro Registro Civil, sino en la normativa", advirtió la funcionaria, al tiempo que consideró que, si las mujeres se casan, podrían, por vía judicial, tramitar una adopción por integración.
"<b>No se discute el amor entre ellas ni el amor hacia la criatura, pero tenemos el límite que nos fija la ley</b>", completó Visconti, al tiempo que invitó a las mamás de Ciro a contactarse con la Dirección de Registro Civil a dialogar acerca de su situación, evacuar dudas y analizar posibilidades.
