El primero de los episodios se registró en el Capitolio. Allí, la policía evacuó el Senado de Estados Unidos por una amenaza de bomba. La vocera de la policía, Kimberly Schneider, informó que la seguridad de la Cámara alta había recibido una llamada sobre un paquete sospechoso en la sala G-40 del Edificio Dirksen, que forma parte de un complejo que rodea al Congreso.
El inmueble alberga varias oficinas de senadores estadounidenses y su personal, además de salas de audiencia. "Varios pisos (en el Dirksen) fueron evacuados por precaución mientras la policía continúa investigando", aseguraron las autoridades en un comunicado.
La acción preventiva interrumpió una audiencia en el Senado sobre administración de la seguridad en el transporte.
Minutos después, la preocupación se trasladó a la Casa Blanca. El personal de seguridad evacuó de urgencia la sala de prensa en medio de la audiencia diaria y realizó una inspección con un perro perteneciente al servicio secreto. Todos los periodistas que participaban en la conferencia de prensa matutina fueron escoltados al exterior del edificio mientras se realizaba el reconocimiento. Una vez que todos los reporteros estaban fuera, se confirmó que también hubo una amenaza telefónica.