Esta nueva gala de Gran Hermano tenía un tema excluyente: el regreso a la casa de Azul Carrizo. Se sabe: el viernes pasado por la noche Azul se fugó y ahora regresaba. "Pero ojo, que volver no significa quedarse", aclaró de entrada Jorge Rial. Así que estaba por verse si la hermanita sería readmitida o no: palabra y decisión de Gran Hermano, quien finalmente decidió "expulsarla inmediatamente de la casa por haber violado las reglas del concurso"
A la vez, estaba por verse a quién echaba la gente: ¿Ivana, Belén o Matías? Se fue Belén. También surgió la posibilidad de que un nuevo participante se prenda a esta edición del reality, al anunciar Rial que se abre un nuevo casting.
Entonces, ahí estaba Azul, de regreso, besos, abrazos, que cómo estás, por qué te fuiste y la hermanita que explica: "Venía ya con algo que me guardaba hace tiempo. No estoy acostumbrada a estar en un ambiente con tanta violencia", arrancó, y a partir de ahí, sus palabras concentraron la atención de todos. "Me estuvieron bardeando durante todo el día pensando que no me daba cuenta y no me gustó nada. Si alguien me tenía que decir algo, lo podría haber de frente. Sé que se burlaron a mis espaldas", siguió Azul, quejándose por sentirse discriminada por cuestiones de clase y bardeada por el tema de su edad.
Y luego, pasó a contar el momento de la fuga. "Ese día fue difícil para mí", dijo Azul. "A la noche ya no daba más. Buscaba un lugar donde ir, tenía la cabeza aturdida. Salté la pared y me fui", contó. Una vez en la calle, hubo risas cuando recordó que "no tenía la SUBE", hasta que finalmente se tomó un taxi hasta la casa de su hermano.