En 2025, se prevé un aumento significativo en el número de trabajadores alcanzados por el Impuesto a las Ganancias, un fenómeno que se debe principalmente al crecimiento de los salarios, que superó a la inflación en los últimos meses.
Este aumento salarial colocó a muchos empleados en un umbral de ingresos más alto, lo que los obliga a comenzar a tributar. Como resultado, trabajadores que hasta ahora no debían pagar este impuesto podrían ver afectado su poder adquisitivo, ya que deberán destinar una parte de sus ingresos al fisco.
Especialistas advierten que este ajuste será especialmente notorio entre los trabajadores que, si bien han visto un aumento en sus salarios, no necesariamente tuvieron un incremento proporcional en sus ingresos reales. En este contexto, el nuevo ajuste de las escalas del Impuesto a las Ganancias podría hacer que muchos empleados que anteriormente no tributaban por este concepto ahora se vean obligados a hacerlo, lo que podría tener un impacto negativo en su capacidad de consumo y ahorro.
“El aumento de los contribuyentes podría generar más presión sobre los ingresos de los trabajadores sin un aumento proporcional de sus ingresos reales”, afirmó Juan Luis Bour, economista jefe y director de FIEL. Esta alerta refleja la preocupación de que el ajuste en las escalas fiscales no se traduzca en una mejora sustancial para los trabajadores, sino en un incremento de la carga impositiva.
Los ajustes en las escalas del Impuesto a las Ganancias
A partir de enero de 2025, las escalas del Impuesto a las Ganancias experimentaron un ajuste del 11,78%, basado en la variación del Índice de Precios al Consumidor (IPC) entre septiembre y diciembre de 2024. Con este ajuste, el mínimo imponible para comenzar a tributar será de $2.280.700 brutos, lo que equivale a un salario neto de bolsillo de $1.892.937, sin deducciones por familiares o gastos personales.
Para aquellos trabajadores que puedan deducir cónyuge y dos hijos menores de 18 años, el piso de tributación subirá a $3.024.494 brutos, lo que representa un salario neto de $2.516.337.
Además, los trabajadores autónomos también verán ajustes en las escalas, y los ingresos mensuales promedio para tributar oscilarán entre $1.468.658 y $1.631.843, dependiendo de la categoría. Estos cambios afectan a una amplia gama de trabajadores, desde aquellos en el sector privado hasta los autónomos, ampliando la base de contribuyentes al régimen del Impuesto a las Ganancias.
Este ajuste en las escalas podría tener un impacto significativo en el poder adquisitivo de los trabajadores y autónomos que antes no estaban alcanzados por este impuesto. Con un aumento de la carga tributaria, los trabajadores podrían ver reducidos sus salarios netos, lo que podría generar tensiones en el sector laboral y afectar el consumo de bienes y servicios. (Con información de Infobae)