<b>El Gobierno desembolsará más de 7.000 millones de pesos en subsidios para resolver la negociación salarial de los colectiveros hasta mediados del año que viene, lo que implicará que parte del aumento lo pagará la próxima administración. El acuerdo, alcanzado ayer con la Unión Tranviarios Automotor (UTA), representará por los 18 meses de vigencia (de enero a mitad de 2016) una suba total del 40% para casi 100 mil choferes de todo el país.</b>
La paritaria demandó una ingeniería delicada a cargo del área de Transporte y derivó en un esquema novedoso. <b>Con retroactividad al 1 de junio, los sueldos de los colectiveros subirán un 27,8% hasta fin de año, y por el mismo plazo se les pagará un adicional no remunerativo de 2.125 pesos como compensación por la falta de acuerdo salarial en los seis primeros meses del año.</b> Es una suma similar a la que las empresas (subsidiadas por el Estado) les abonaron a los trabajadores en el primer semestre como anticipo de la paritaria que recién cerró ayer.
En tanto que de enero a junio próximo, el próximo Gobierno desembolsará un 10,6 por ciento acumulativo respecto de la primera cuota. Es decir que el 38,4% nominal de ambos pagos representará un 40 por ciento de bolsillo, de acuerdo con los cálculos de los funcionarios.
Los subsidios entre enero y diciembre de este año totalizarán 4.500 millones de pesos. Con el aumento previsto para 2016, el pago extra en subsidios debería ser de al menos $ 2.500 millones para el primer semestre. El aumento alcanzará a 54 mil choferes de colectivos de la zona metropolitana y el Gran Buenos Aires, y a otros 34 mil del resto del país. Con el aumento de junio el sueldo básico conformado de la actividad subirá de los actuales $ 11.495 a 14.690 pesos. Y a 16.247 pesos desde enero próximo.
Con el acuerdo, el Gobierno espera haber conjurado la amenaza de la UTA sobre la campaña electoral. Es que el gremio de los colectiveros, al mando de Roberto Fernández, fue el eje de los últimos paros nacionales, del 31 de marzo y el 9 de junio, y amagaba con incorporarse a nuevas medidas de fuerza por parte de los sindicatos del transporte que no le reportan al Ejecutivo.
<b>De todos modos, para aventar cualquier conflicto Transporte deberá abocarse hoy a la negociación de los choferes de media y larga distancia</b>. En este caso también exigirá una ingeniería particular, porque si bien no hay subsidios en el sector, el Gobierno aceptó el año pasado pagar multimillonarias compensaciones a los empresarios a cambio de que no efectuaran despidos de choferes.
Sobre este punto la orden de la semana pasada a los funcionarios de negociar sin ofrecer pago alguno a los empresarios cambió desde el lunes: el Estado les dará a los dueños de micros de larga distancia al menos las mismas compensaciones que pagó hasta ahora. En la UTA ya habían advertido que la negociación de larga distancia sería la más problemática.