Y un día, Vélez volvió a ganar. En el medio, se fueron cuatro partidos de Superliga, la eliminación de la Copa Argentina, el mismo Omar De Felippe, las elecciones en el club... Pero el equipo del interino Marcelo Gómez se encendió esta noche y lo hizo en una final por el promedio, frente a Olimpo en el Amalfitani, por 3-0. Por fin, en Liniers se vivirá una semana de paz.
El desarrollo se perfilaba hacia una historia conocida por el local: dominio estéril de la mano de sus juveniles, con desenlace incierto. Aunque los experimentados aparecieron a tiempo para dar con las puntadas finales.
En el primer tiempo, pese a mantener un dominio constante, el Fortín solo consiguió arrimarse con un disparo alto de Matías Vargas. Encima, en su única llegada, David Depetris cabeceó al palo.
En el complemento, Federico Andrada empezó con dos cabezazos: una desviado y el otro tapado por Adrián Gabbarini. El partido no se cerraba, hasta que a los 11 Fabián Cubero apareció por el segundo palo para cabecear cruzado un córner desde la izquierda y romper el maleficio.
A los 33, el ingresado Gonzalo Bergessio acertó desde la derecha con un tiro bajo y al otro palo, mientras que a los 41 el mismo Lavandina selló la velada cuando el ingresado Francisco Ortega lo habilitó desde la izquierda y sólo tuvo que empujar el balón al gol.
Vélez despertó así de un letargo que le hizo perder muchísimos puntos y hasta ubicarse en la cornisa de la zona de descenso, mientras que Rubén Forestello permanecen en el sector más temido.