Tras dejar Siria, Sudán del Sur, la República Democrática del Congo y Etiopía huyendo de la persecución y la guerra, diez jóvenes formarán el primer Equipo Olímpico de Refugiados (ROT, por sus siglas en inglés) y participarán en los Juegos de Río de Janeiro.
El Comité Olímpico Internacional (COI) dio a conocer los nombres de los seleccionados, residentes actualmente en Kenia, Brasil, Alemania, Bélgica y Luxemburgo.
"Estos refugiados no tienen hogar, ni equipo, ni bandera, ni himno nacional. Les ofreceremos un hogar en la villa olímpica junto al resto de los atletas del mundo. El himno olímpico sonará en su honor y la bandera olímpica los guiará hacia el estadio", explicó en un comunicado el presidente del COI, el alemán Thomas Bach.
En la ceremonia de apertura de los Juegos, el Equipo Olímpico de Refugiados desfilará con la bandera olímpica por delante del equipo de Brasil, el anfitrión.
La mitad del equipo, cinco atletas, huyó de la guerra de Sudán del Sur y vive ahora en Kenia: Yiech Pur Biel, que correrá los 800 metros; James Nyang Chiengjiek, los 400; Paolo Amotun Lokoro, los 1.500; Anjelina Nada Lohalith, los 1.500 femeninos; y Rose Nathike Lokonyen, los 800 metros femeninos.
Fueron también seleccionados dos jóvenes sirios que competirán en natación: Rami Anis, nadador internacional en su país que huyó a Bélgica junto a su familia para evitar ser llamado al ejército; y Yusra Mardini, que también había representado a su país en diversas competiciones internacionales antes de la guerra y que llegó el año pasado a Berlín junto a su hermana tras dejar Damasco.
El etíope Yonas Kinde, que vive en Luxemburgo desde 2015, formará asimismo parte del equipo después lograr la mínima olímpica para Río en el maratón de Fráncfort de 2015.
En Brasil, el país anfitrión, viven los otros dos atletas seleccionados, originarios de la República Democrática del Congo: Yolande Bukasa Mabika y Popole Misenga, que pidieron asilo en el país sudamericano cuando participaron en los Mundiales de Judo celebrados en Río en 2013.
"Serán un símbolo de esperanza para todos los refugiados del mundo y harán al mundo consciente de la magnitud de esta crisis", añadió Bach.
El presidente del COI se mostró convencido de que estos atletas mostrarán que "a pesar de las tragedias inimaginables a las que han hecho frente", que "todo el mundo puede contribuir a la sociedad con su talento, sus habilidades y la fuerza del espíritu humano".
Los diez miembros del equipo fueron seleccionados a partir de 43 candidaturas tras consultar a los respectivos comités olímpicos nacionales, a las federaciones internacionales y a la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR).
Se tuvieron en cuenta su nivel deportivo, su pasado y su situación personal, mientras que la ONU ha verificado que cuentan con un estatus oficial de refugiados.
El equipo se alojará en la villa olímpica, como el resto de participantes en los Juegos, y tendrán cubiertos sus gastos, según explicó el COI, que garantiza que les seguirá apoyando tras los Juegos.