La dolorosa derrota de Boca frente a Fluminense en la final de la Copa Libertadores disputada en el Maracaná de Río de Janeiro hace poco más de un mes dejó sin presencia de un equipo argentino en el Mundial de Clubes por quinta edición consecutiva.
Sin embargo, cinco de los siete conjuntos que intervendrán en el torneo que se llevará a cabo entre el 12 y el 22 de diciembre en Arabia Saudita contarán con compatriotas en sus planteles o en sus cuerpos técnicos. Y solo un batacazo descomunal podría provocar que el campeón no tenga a algún representante nacional en sus filas.
Esta será la 20ª edición de un certamen que los europeos hegemonizan: de las 19 previas, 15 quedaron en poder de conjuntos del Viejo Continente, mientras que las otras cuatro las ganaron equipos brasileños: Corinthians en 2000 y 2012, San Pablo en 2005 e Inter de Porto Alegre en 2006. Como ha sido costumbre en la última década, el campeón de la Champions League partirá como superfavorito para apoderarse del trofeo.
En este caso, será Manchester City, que tiene a Julián Álvarez definitivamente consolidado en la estructura de Josep Guardiola. En su segunda temporada en el conjunto inglés, el delantero del seleccionado argentino se ganó un lugar en la alineación titular (disputó desde el pitazo inicial todos los partidos de su equipo en la Premier League hasta este fin de semana, además de tres de la Champions) y suma ocho goles en 21 encuentros.
El equipo que, a priori, se ilusiona con quebrar la supremacía europea es Fluminense. El elenco carioca accedió a este Mundial de Clubes tras conseguir su primera corona en la Libertadores, en gran medida gracias a los goles de Germán Cano. El delantero nacido en Lomas de Zamora hace 35 años fue el máximo artillero del torneo subcontinental (hizo 13) y acumula 40 tantos en 59 encuentros en 2023. Arabia Saudita se presenta como un territorio ideal para dar un cierre óptimo a este año.
Desde 2007, la FIFA reserva una vacante para un club de la nación en la que se lleva a cabo el torneo. En esta edición, ese lugar le corresponderá a Al Ittihad por ser el ganador de la última la liga saudí, un campeonato que en los últimos meses se vio notablemente fortalecido por la llegada de jugadores de primer nivel. De hecho, los Tigres presentarán el plantel más potente de un equipo no europeo o sudamericano en la historia del Mundial de Clubes, en el que se destacan los franceses Karim Benzema y N'Golo Kante, el brasileño Fabinho, el portugués Jota y el italobrasileño Luiz Felipe.
El encargado de conducir este experimento es, desde hace tres semanas, Marcelo Gallardo. Después de un año de descanso, el Muñeco firmó un contrato por dos años (con opción de extenderlo por otros dos) y ya condujo al equipo en cinco encuentros, en los que registró tres triunfos, un empate y una derrota. En esta nueva experiencia está acompañado por quienes fueron sus colaboradores en River: sus asistentes Hernán Buján, Matías Biscay y Mariano Barnao, el preparador físico Pablo Dolce, el analista técnico Nahuel Hidalgo y el entrenador de arqueros César Zinelli.
Ganador en junio de la Liga de Campeones de la Confederación de Norteamérica, Centroamérica y el Caribe de Fútbol (Concacaf), León de México participará por primera vez en un Mundial de Clubes con el sueño de, al menos, igualar la mejor actuación de un equipo de ese país: el segundo puesto que Tigres obtuvo en 2020 tras superar a Palmeiras en las semifinales y caer frente a Bayern Múnich en la final.
El plantel del club del estado de Guanajuato cuenta con dos bonaerenses: el defensor Adonis Frías y el mediocampista Lucas Romero. Pero no solo eso, también es conducido por un compatriota no demasiado conocido para el gran público argentino: el platense Nicolás Larcamón, de 39 años, quien hizo fronteras afuera toda su carrera como DT de equipos mayores.
Tras desempeñarse en las divisiones inferiores de Nueva Chicago, Larcamón tuvo su primera experiencia como conductor de mayores en el Deportivo Anzoátegui de Venezuela entre 2016 y 2017. Luego pasó por Chile (dirigió a Antofagasta, Huachipato y Curicó) y aterrizó en México en 2021: trabajó dos años en Puebla y en noviembre de 2022 se hizo cargo de León. En su cuerpo técnico hay otros tres argentinos: los asistentes Damián Ayude y Javier Bergés, y el preparador físico Juan Cruz Gutiérrez.
El equipo más débil de este Mundial de Clubes es un abonado a este torneo: el Auckland City neozelandés. El ganador de nueve de las últimas 11 ediciones de la Liga de Campeones de la Confederación de Fútbol de Oceanía tuvo sus días de gloría en 2014, cuando se subió al podio del certamen ecuménico tras superar al Moghreb Athlétic de Tetouan marroquí y al Entente Sportive de Sétif argelino, caer ante San Lorenzo en las semifinales y vencer al Cruz Azul mexicano en el duelo por el tercer puesto.
Esta será la 10ª participación de Auckland City y la novena del santiagueño Emiliano Tade, el futbolista que más veces dio el presente en el torneo. El delantero de 35 años hizo casi toda su carrera en Nueva Zelanda, con un par de paréntesis: jugó un semestre en Mitre de su provincia en 2015 y dos años en Sudáfrica entre 2018 y 2019 (vistió las casacas de AmaZulu y Mamelodi Sundowns). Tade es el máximo goleador en la historia de los Navy Blues, con 138 tantos en 209 encuentros.
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