Luis Scola suele ser muy llano en sus afirmaciones y, a días de su vuelta a Estados Unidos para sumarse al plantel de Brooklyn Nets, su nueva franquicia; el ala-pívot analizó el desempeño del equipo argentino en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016, y fundamentalmente habló sobre el recambió en generacional en el Seleccionado, asegurando que él sigue en carrera.
"Yo no me retiro, yo sigo jugando", sostuvo Luifa, quien reconoció que se sintió raro por el ambiente de despedida que reinaba tras los anuncios de final de los ciclos de Gonóbilli y Nocioni. "Los retiros de Manu y el Chapu son un gran impacto", admitió.
Queda Scola y también Carlos Delfino, aunque en su caso es una incertidumbre mayor por las graves lesiones que precedieron a su vuelta al rectángulo en Río. "Hemos logrado un cambio. Hoy tenemos honestidad, transparencia y profesionalismo", dijo con orgullo sobre los últimos 15 años del básquetbol argentino.
Asimismo, reconoció que la Generación Dorada dejó una marca en la historia de básquetbol. "Hablar de nuestro legado es incómodo para nosotros, perdería un poco de valor y sonaría desagradable, pero no soy tonto y evidentemente hemos dejado una marca, un recuerdo, hemos hecho cosas, y en fin lo que uno busca", dijo en una entrevista en un hotel céntrico.
En cuanto al balance en Río evaluó que el seleccionado hizo un "buen torneo y fue lo máximo que podíamos conseguir, fue menos que otros años y más que otros".
El abanderado de la Delegación Argentina en los JJ.OO. cerró finalizó reflexionando: "Intentamos clasificar, después ponernos terceros, con tres triunfos habitualmente se consigue pero se dio una situación de cuádruple empate y un grupo muy revuelto. Pudimos haber ganado uno más, a Lituania, pero también perdido otro, con Brasil. Y con Estados Unidos hoy no estamos en condiciones de competir".