San Lorenzo apabulló a Bolívar en el Nuevo Gasómetro con un rotundo 5-0, por la ida de las semifinales de la Copa Libertadores, y ya se siente en la final del campeonato. La revancha, pautada para la semana que viene en La Paz, será apenas un compromiso.
El Ciclón mostró sus intenciones de entrada y, sin demasiadas luces, se las ingenió para complicar a su rival, que evidenció graves falencias en la última línea: no solo marcó mal, sino que regaló el balón cada vez que intentó salir jugando con la pelota al pie. Iban apenas cinco minutos cuando Mauro Matos abrió el marcador con un cabezazo tras un centro de Romagnoli.
Bolívar abusó del juego brusco y cometió muchas faltas cerca del área. Y así como Matos mostró el camino en la primera que tuvo, Emmanuel Más tomó el ejemplo y amplió la diferencia a los 27 tras otro centro del Pipi, otro error defensivo y otra salida en falso del arquero Romel Quiñónez.
Edgardo Bauza sorprendió con dos cambios al cuarto de hora del segundo tiempo. Sacó a Matos -que había complicado a sus rivales durante toda la noche- y a Romagnoli y mandó a la cancha a Cauteruccio y al Pitu Barrientos, quien volvió a ver acción con la camiseta azulgrana.
Por momentos Bolívar insinuó con una recuperación, pero fue apenas un espejismo. Los errores continuaron repitiéndose y San Lorenzo no perdonó: Mercier trepó la cancha y gritó el tercero a los 24, y Buffarini marcó el cuarto con un bombazo desde afuera del área, en un gol más lógico para la altura de La Paz que para el llano de Buenos Aires.
Antes del final, con el equipo boliviano totalmente entregado, Más puso la frutilla del postre. Otro cabezazo, 5-0 y delirio para todos los hinchas del Ciclón que coparon el Nuevo Gasómetro y que, obviamente, ya se sienten en la final.
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