La apuesta de Rosario Central para esta temporada parece ser clara: sumar nombres con la espalda suficiente para soportar todo el hervor del Gigante de Arroyito. Eduardo Coudet encabeza esa idea, en su primera experiencia como entrenador. Ahora, el que lo siguió es Marco Ruben, pero para calzarse la 9 y tratar de gritar la mayor cantidad de goles posibles.
Irrumpió en Primera durante el 2004 y se destacó durante tres temporadas a tal punto que en el 2007 River lo compró. A ocho años de emigrar, volvió y fue presentado como un verdadero hijo pródigo. "Vengo con todas las ganas, la ilusión de hacer algo lindo, y disfrutando este momento", sostuvo el delantero que en el último semestre vistió la camiseta de Tigres de México con poca suerte, ya que fue suplente en buena parte del torneo y no gritó goles en el torneo local.
Ante cientos de hinchas y tras firmar su préstamo por 18 meses, por los que la entidad rosarino debió abonar alrededor de 100 mil dólares al Dinamo Kiev de Ucrania, club dueño de su pase, Marco Ruben sentenció: "Chacho fue muy importante, me metió mucha ficha, habló conmigo desde el primer momento. Sin duda que fue un empujón importante. Tenía muchas ganas de estar acá".
Si bien viene con la pólvora mojada –en su paso previo a ir a México, por el Evian de Francia, sólo anotó un tanto–, el atacante remarcó el entusiasmo por ponerse la camiseta del 'Canalla'. "Está claro que en México jugué muy poco, después no tuve la chance, fui al banco casi todos los partidos sin entrar, pero también sume experiencia. Hoy vine con todas las ganas para poder revertir eso", sostuvo.