Jugando como anoche, y sobre todo como en el cuarto donde se definen los partidos, es muy probable que Parque Sur pierda con cualquiera. El juego había sido parejo y flojo, tanto a tanto, prestándose el resultado. Los últimos 10? se los llevó Atenas 28 a 14. Entonces, en esa paridad, el resultado es claro.
A Parque Sur le aparecieron todos los fantasmas en su cabeza de las últimas noches en la Liga -cinco derrotas seguidas y las últimas tres en el Gigante donde era imbatible hace algunas semanas- y lo único que sumó en el último período fue equivocaciones. Defendió mal y atacó peor.
No pudo parar nunca a Mauricio Corzo y lo mandó a la línea todas las veces que el santiagüeño lo atacó. Y el 14 visitante tiró todos los libres como en el patio de su casa. A Parque Sur lo consumieron sus nervios, su mal momento, su estado de ánimo, sus imprecisiones, sus tiros erráticos, sus bajos porcentajes, el tablero y el reloj. Mientras Corzo tenía comprada la tranquilidad y la sacaba de sus bolsillos, los locales eran un manojo de malas decisiones. Imposible ganar un partido de básquetbol jugando de esa manera, chocando contra todo.
Mientras Parque Sur se encaminaba hacia una inexorable derrota, sumergido en la impotencia de su pobre presente, Corzo desató el carnaval en Patagones y en su lejana Santiago del Estero. El 14 terminó con 29 puntos, como goleador de la noche y con un último cuarto donde entendió todo y fue el dueño de la pelota. Es cierto que Parque Sur jugando así era una crónica de otra derrota anunciada, pero enfrente alguno tiene que aprovecharlo y ganarlo. Y Corzo no falló para conducir a su equipo a la tercera victoria de visitante en la Liga; la primera de ellas con autoridad -las otras dos en la ruta habían sido por un doble: Del Progreso y Petrolero.
El primer chico se lo llevó Parque Sur 17 a 13. Atenas, que se fue arriba al descanso largo, ganó el segundo 24 a 15. Los Sureños se impusieron en el tercero 19 a 13. Está explicado el último y decisivo.
Los 14 puntos del extranjero George Valentine, los 10 y el manejo de Martín Percaz y el juego más 9 tantos de Emiliano Agostino también sumaron a un gran triunfo visitante para los conducidos por Diego Lifschitz. Festejado, indiscutible y merecido triunfo griego en el Gigante uruguayense.
Parque Sur destacó a Juan Pablo Lugrín -19 puntos-, Agustín Richard -12 tantos, 6 rebotes y 10 asistencias- y algunos momentos de Mateo Battistino -12 tantos. Nada más. Demasiado poco para lo que este equipo supo hacernos disfrutar hasta hace un par de semanas. Muy poco para poder ganar.
Extrañó con exageración a Sebastián Alvarez -afuera un partido por lesión- y al resto de sus jugadores con una noche olvidable. El equipo tuvo 5 puntos en 40 minutos desde el banquillo, lejísimo de aquella rotación que tantos resultados le dio en este campeonato.
Sin dudas que en este panorama, la cabeza, la confianza y el aspecto anímico son a lo que habrá que apuntar. Este equipo, que hoy está más cerca de los últimos de la Conferencia, supo estar hace algunas semanas y por méritos propios entre los cuatro mejores. Deberá volver a convencerse de eso.
Tendrá una semana de laburo para recibir al duro Deportivo Viedma y encontrar esos rendimientos y ese juego que lo hicieron casi imbatible ante su gente. Es el desafío de este plantel y cuerpo técnico para salir cuánto antes de este bajón. Más allá de los errores arbitrales, que los hubo en los últimos tres partidos claramente, el rendimiento del equipo y las bajas actuaciones individuales son los que explican estas derrotas. Anoche, Corzo fue la calma del vagabundo contra un equipo a los empujones.
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