Lionel Messi atraviesa un momento atípico. Tres derrotas consecutivas, una seguidilla infrecuente para el astro argentino, marcan un contraste con su habitual éxito. La caída de la Selección Argentina ante Paraguay por las Eliminatorias Sudamericanas y las dos derrotas de Inter Miami frente a Atlanta United en la MLS conforman una oscura racha que Messi vivió apenas en dos ocasiones previas: en 2014 y 2016, con el Barcelona.
En 2016, bajo la dirección de Luis Enrique, el Barcelona encadenó tres derrotas en una semana. El 9 de abril, cayó 1-0 frente a la Real Sociedad por La Liga. Cuatro días después, el Atlético de Madrid, dirigido por Diego Simeone, eliminó al equipo catalán de la Champions League con un 2-0 en los cuartos de final. Finalmente, el 17 de abril, el Valencia venció 2-1 en el Camp Nou, a pesar de un gol de Messi.
El otro antecedente data de 2014, cuando Gerardo "Tata" Martino, actual técnico del Inter Miami, estaba al frente del Barça. El 9 de abril, el Atlético de Madrid volvió a ser verdugo en Champions al ganar 1-0 en cuartos de final. Tres días después, el Granada lo derrotó 1-0 en La Liga. La racha concluyó el 16 de abril, con la derrota 2-1 frente al Real Madrid en la final de la Copa del Rey, con un gol de Ángel Di María para los blancos.
Ahora, Messi enfrenta una nueva posibilidad de cortar esta serie negativa. El martes, la Selección Argentina se mide con Perú en La Bombonera. Una derrota marcaría un récord indeseado para el capitán albiceleste, que jamás hilvanó cuatro caídas consecutivas como profesional.
Aunque esta seguidilla no sea común, no es la peor de su carrera. En 2013 y 2021, Messi atravesó rachas de seis partidos sin victorias, aunque con múltiples empates. Sin embargo, el actual momento refleja lo extraño que resulta verlo en un tramo tan adverso.