Emanuel Ginóbili sostuvo que la cuarentena lo encontró "en un buen momento", ya que desde su retiro permanece mucho tiempo en su casa, y destacó que ahora es "maestro tiempo completo", ya que se dedica a la educación de sus hijos junto a su esposa. "Mi cuarentena empezó hace dos años", aclaró el bahiense.
Manu destacó que está "entrenado y preparado" para realizar la tarea en su hogar, porque "hace un año y medio" que pasa mucho tiempo en su casa y ahora disfruta compartiendo con sus hijos. "Y por supuesto convirtiéndome en un maestro tiempo completo, ya que le ayudo a mi esposa con la tarea de los chicos", indicó.
Ginóbili, además, repasó los momentos de éxitos de su extensa carrera, pero también contó los duros golpes que sufrió. "Los dos puñales más grandes que tuve como atleta me los pude arrancar al poco tiempo", comentó.
"Uno fue en la final del Mundial de Indianápolis, pero tuvimos la suerte de sanar las heridas dos años más tarde (conquistando la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Atenas). La otra fue contra Miami en 2013 (final de la NBA), y en 2014 me pude sacar una mochila de 200 kilos en la espalda", explicó en una entrevista con Experiencia Endeavor (Infobae)
También recordó cuando su padre no pudo ir a verlo en acción cuando intentó (sin lograrlo) evitar el descenso del club en el que se formó: "En ese momento pensé que era lo peor que me había tocado en el mundo. Fue un golpe muy duro".
La "Generación Dorada" tuvo también un espacio especial durante la charla y según Ginóbili "ese fue un grupo de amigos que se conocía desde chicos". "Dejamos un legado, que ojalá dure mucho tiempo, y eso quedó reflejado en el último Mundial de China, donde el equipo siempre salió a dejar todo en la cancha, más allá del resultado", agregó.