Fuente: La Nación
Todo comenzó en mayo de 2011, cuando Aaron Ramsey convirtó un gol con la camiseta de Arsenal. Al día siguiente, el Gobierno de Estados Unidos anunció la muerte de Osama Bin Laden, el terrorista más buscado. Desde entonces, empezó en las redes sociales la "maldición Ramsey". Cada vez que el futbolista convirtió, un famoso falleció horas después. Ayer hizo un gol en el empate de su equipo ante Liverpool... hoy perdió la vida Alan Rickman, el actor que personificó a Severus Snape de Harry Potter.
El fin de semana pasado, el volante de Arsenal había marcado un gol. El lunes, el mundo despertó con la triste noticia de la muerte de David Bowie, un ícono de la música en todas partes del planeta.
Las "víctimas" son varias. Entre ellas, Jorge Rafael Videla. El ex dictador, uno de los personajes más oscuro en la historia argentina, murió el 17 de mayo de 2013, un día después que Ramsey le convierta un tanto a Wigan.
Aparecen también Steve Jobs. El creador de Apple perdió la vida el 5 de octubre del 2011, tres días después de que el galés le convierta un tanto al Tottenham. El 19 de octubre del 2011, le anotó por la Champions a Olympique de Marsella. Horas después murió Muamar el Gadafi.
En 2012, Ramsey le hizo un gol a Sunderland. Horas más tarde, anunciaron la muerte de Whitney Houston. En el 2013 el que falleció fue Ken Norton, uno de los pocos boxeadores que derrotó a Muhammed Alí. El jugador de Arsenal había convertido un día antes.
A fines de ese 2013 perdió la vida en un accidente el actor Paul Walker. Ese mismo día, el 30 de noviembre, Ramsey hizo dos goles. Otra "víctima" fue Robin Williams. Arsenal goleó 3-0 a Manchester City por la final de la Commmunity Shield. El volante marcó el segundo gol del encuentro y el actor fue hallado sin vida en su casa de California.
El otro es Eduardo Galeano. Uno de los escritores más destacados de la literatura sudamericana falleció el 13 de abril de 2015. Dos días antes, Ramsey le hacía un gol al Burnley.
