Decir Generación Dorada nos lleva directamente al pasado, al 2004, a Atenas. Allá, la Selección argentina de básquet logró lo impensado, uno de los logros deportivos más importante de la historia nacional, sino el más: la medalla de oro en los Juegos Olímpicos. Por eso, cada vez que se habla de ellos, y de la cita que engloba todo, se siente en el pecho. Y si decimos que Emanuel Ginóbili, Luis Scola, Carlos Delfino y Andrés Nocioni están en Río, la emoción aumenta. Y más también teniendo en cuenta que vienen de ganar cinco amistosos al hilo. "Sabemos que se puede. Que se puede jugar bien y competir ante las potencias por momentos. Tenemos que hacerlo por más tiempo, no podemos tener esas caídas que tuvimos. Nos dio un poco más de optimismo", soltó Manu luego de la primera práctica en la ciudad carioca.
"Estamos mejor de lo esperado. No se sabe que va a pasar el 7 de agosto, pero si a este punto alguien me decía que íbamos a ganar cinco partidos en la previa, le decía que estaba loco. Pero se ganó. Y se jugó bastante bien. Ahora está en nosotros, no sé si es canchero, pero no pensar que somos favoritos. Somos los mismos que hace diez días. Simplemente que ganamos. No suma para nada en lo que viene", agregó el 5 de la selección. Los triunfos al hilo fueron vs. Nigeria, Lituania, Croacia, Serbia y Francia.
"No imaginé que iba a estar acá, no porque no hubiese querido, pero la realidad es que pensé que ya iba a estar retirado. Entonces uno no sabe bien cómo es la situación, no quiere generar expectativas, no quiere autoilusionarse, entonces por eso dije que había grandes chances de que no jugara más. Pero una vez que seguí compitiendo, que me seguí sintiendo útil en mi equipo, sano y disfrutando el juego, no había dudas", continuó Manu.
Para completar, contó sus sensaciones al ingresar a la Villa Olímpica: "Enorme placer y honor. Somos muy privilegiados. Hay atletas que luchan toda la vida para estar. Somos cuatro que es la cuarta vez que estamos acá. Y si estamos es porque nos gusta, lo disfrutamos"