Tras dos préstamos consecutivos, uno en Defensa y Justicia y el otro en Rosario Central, parecía que llegaba la hora de Nahuel Molina Lucero en Boca. Bien conceptuado por el Cuerpo Técnico de Miguel Ángel Russo, el defensor derecho se perfilaba como posible titular, dado que Buffarini no termina de ser del agrado del DT y que, según el concepto del entrenador, Molina le convence más que Weigandt. Pero, algo pasó.
El contrato que une a Molina con Boca vence en junio de este año. Por ende, al momento de concretarse el regreso del jugador a la Ribera, la dirigencia quiso sentarse con el representante del futbolista, a negociar la extensión. Leo Rodríguez, agente de Molina, puso sobre la mesa dos opciones de extensión, las cuales le parecieron exageradas a la CD boquense. Apostaban, en Brandsen 805, que la chance concreta de ser titular en el equipo seduzca al jugador, y así, lograr una extensión de vínculo rápida y sin demasiadas demoras.
Ante la falta de acuerdo, la Mesa de Fútbol de Boca comandada por Juan Román Riquelme y Raúl Cascini hizo lo que habitualmente se hace en estos casos: apartar al jugador del plantel profesional, brindándole lo necesario para el desarrollo de los entrenamientos más básicos, pero no puede hacer prácticas con pelota ni jugar partidos oficiales, ya sea en Primera o en Reserva. Así, Molina entrena casi solo, hasta que se resuelva su situación, o bien, termine el contrato.
Pero, según pudo saber 'Doble Amarilla', hay algo más detrás de esta historia. En las últimas semanas, desde River llamaron al jugador. Conocedores de sus aptitudes y desempeños en los últimos torneos, se interesaron por su situación contractual, pensando en el futuro. El mensaje fue claro: "no firmes contrato y en junio llegas como libre a River". En paralelo, Marcelo Gallardo ya dio instrucciones precisas: seguir de cerca el tema y arbitrar todos los medios necesarios para convencer al futbolista que no firme con Boca para lograr su arribo a mitad de año al Monumental. Enzo Francescoli es el encargado de llevar adelante esa misión, ya pensando en el armado del River 2020/21.
En Boca desconocían esta situación del interés de River, que estaría haciendo que el jugador se niegue a firmar contrato con el club, para quedar con su ficha en su poder, y así lograr el arribo a Núñez, algo que sería imposible si se hablara de una transferencia convencional, de club a club. La bomba ya exploto, queda esperar a ver si en Boca hacen un nuevo intento para convencer al jugador de quedarse en la Ribera.