Tan protagonista como cuando le tocaba impartir justicia adentro de la cancha, Javier Castrilli se refirió con dureza al nivel actual del arbitraje, denunció la falta de transparencia (especialmente en las Ligas del Interior) y habló de dirigentes extorsionadores.
El ex colegiado aseguró que el momento de los árbitros es realmente delicado: "Estamos retrocediendo millones de año en el futbol argentino. Nos duele entrañablemente. Afecta no sólo al arbitraje en su credibilidad: lesiona enormemente el afecto del hincha".
"Actualmente el arbitraje argentino está en una red de corrupción. Desde que arrancan en categorías inferiores hasta que llegan a ser internacionales", aseguró Castrilli. Además, avisó que puede repetirse lo que ya sucedió en la década del '40 cuando vinieron jueces ingleses: "No estamos muy lejos de que vuelvan árbitros extranjeros a dirigir al fútbol argentino. Ya pasó y funcionó".
El ex Director Provincial de Deportes Federados de Buenos Aires hizo foco sobre las constantes sospechas que existen en el fútbol del Interior, donde los torneos no tienen tanta repercusión mediática: "Hay dirigentes que aprietan a los árbitros para que renuncien a un sindicato, en las Ligas se da mucho. Esta conducta se tiene que terminar. Se están manejando como patrones de estancia. Con Julio Grondona jamás pasó algo así con el referato argentino".
"Los árbitros aunque quieran dirigir bien no pueden. No los dejan. El arbitraje tiene que ser transparente. En el Interior del país ya ni siquiera se sospecha. Esta conducta extorsiva de los dirigentes se tiene que terminar ", agregó Castrilli, recordado, entre otras cosas, por haber echado a Maradona en aquel partido entre Vélez y Boca en 1996.
Por último, y a pesar de reconocer a Patricio Loustau, analizó la presencia de hijos de ex jueces en el fútbol: "Es la era del 'hijo de'. Hay falta de igualdad de oportunidades, siempre dirigen los mismos. Siempre digo que Loustau es el mejor árbitro del fútbol argentino, lejos. Pero podríamos hablar del nepotismo en otros casos".