El Old Trafford fue el escenario de la noticia más lamentable de la 38va y última fecha de la Premier League. Un grupo de seguridad encontró un artefacto sospechoso en uno de los baños del estadio y obligó a la suspensión del encuentro que iban a jugar allí Manchester United y Bournemouth.
En primera instancia, luego de la detección del objeto, el público de las cabeceras Stretford End y Sir Alex Ferguson Stand fue evacuado, al tiempo que el resto de la gente fue obligada a permanecer en sus lugares aguardando una decisión. Finalmente, minutos más tarde se comunicó mediante los altoparlantes la decisión de suspender definitivamente el partido.
Posteriormente, un grupo especializado en explosivos concurrió al lugar para analizar el objeto, que finalmente era un celular colgando de una de las tuberías del baño con algunos cables a su alrededor. Finalmente, se procedió a hacer una explosión controlada para eliminar el peligro.