El nuevo formato del torneo, que a partir de la próxima edición se jugará en años pares, supone la participación de 12 selecciones (10 sudamericanas y dos invitadas), divididas en dos grupos que disputarán la fase inicial, uno en Colombia y otro en Argentina.
Tras el anuncio, el martes, de que se implementará este nuevo formato, ambos países se disputan ahora la cereza de la torta: la final, cuya sede aún no fue definida.
Pero otro tema se coló en la organización: la exoneración de impuestos.
"Estamos pidiendo, al igual que lo hace FIFA, que las competencias de Conmebol, en este caso la Copa América en adelante, sean liberadas de impuestos para la organización, para que todos los ingresos los podamos repartir igualmente netos a las asociaciones miembro", dijo Domínguez en una conferencia de prensa al cabo del 70º Congreso de la Conmebol, realizado en Brasil.
"Si este requisito se cumple, y en la carta del presidente colombiano Iván Duque ya está comprometida esa gestión, es un requisito a favor. Estamos esperando que acontezca lo propio con Argentina", añadió el dirigente.
¿Si no se compromete a exonerar impuestos, Argentina tendría que retirarse de la organización del torneo? "No quisiera hacer futurología. Soy un tipo muy optimista", respondió Domínguez, cortando alas a las versiones de que Colombia estaría intentando organizar la Copa América de forma individual.
"En todo momento hemos dicho que el nuevo formato que pretendemos, que va a ser un plan piloto, es dividir en dos confederaciones, Norte, Sur, y de ahí en adelante jugar la parte de semifinales y finales en un país o tal vez en los dos, hasta llegar a la final".